¿Qué es el quiromasaje? El Centro QB -centro de especialistas en quiromasaje en Marbella e instructores de cursos de masajes en Málaga provincia-, indica que el quiromasaje comprende un conjunto de técnicas aplicadas para reducir el impacto en el cuerpo de todo tipo de dolores musculares, generados a causa de la tensión, de la falta de tono físico o del bloqueo energético del paciente. Como indica su etimología –conformada por la unión del término griego ‘quiros’, que significa manos, y masaje-, la técnica principal del quiromasaje se basa en el empleo de la presión con los dedos, los movimientos de fricción y estiramiento y las percusiones manuales, acompañadas, por supuesto, de agentes lubricantes y reconstituyentes que facilitan e incentivan la labor del profesional, como las cremas, los aceites y las esencias.
El quiromasaje es consustancial al ser humano. El procedimiento de frotar una zona del cuerpo aterida por el dolor no deja de ser un gesto instintivo, reflejo. Como también se colige de su etimología, la práctica del quiromasaje se conoce como tal desde la antigüedad clásica de Grecia y Roma, si bien sus raíces se remontan aún más atrás en el tiempo, con datos arqueológicos de su uso provenientes de las culturas de Mesopotamia, cuna de la civilización. Los sumerios detallan ya prácticas de quiromasaje en el tercer milenio antes de Cristo.
El quiromasaje no es solo relajación y tonificación. Sus virtudes trascienden el simple placer de recibir un masaje común, ya que sus resultados son terapéuticos. Y es que esta esta serie de fricciones y puntos de presión contribuyen a mitigar las tensiones musculares fruto de la actividad diaria y, por otro lado, desbloquean las líneas energéticas que constriñen el vigor del paciente. La mejora de los fluidos orgánicos como la linfa y la sangre que consigue el quiromasaje repercute en el óptimo funcionamiento de los órganos. Desde una ordenación más científica, los efectos benéficos del quiromasaje se pueden clasificar en terapéuticos, mecánicos, fisiológicos, preventivos, estéticos, psicológicos y deportivos, restringidos estos últimos a la práctica de deportes de competición y destinados a incentivar el rendimiento del deportista mediante tratamientos previos y posteriores a su concurso.
En sentido estricto, todas las consecuencias nacen de los efectos mecánicos del quiromasaje, que se refieren al modo en el que las manipulaciones efectuadas actúan sobre los tejidos sobre los que se opera. Así, los efectos terapéuticos de estas técnicas de masaje se centran en la citada mejora de la función circulatoria, en recuperar la actividad mermada de los tejidos musculares dañados y en aliviar los dolores musculares. Aparte, la relajación derivada del masaje es, en sí misma, un beneficio terapéutico. Se enraíza de hecho con los efectos psicológicos y anímicos del quiromasaje, que se relacionan con el contacto humano y la sensación que aporta de seguridad, paz y placer, indicada para equilibrar la tensión emocional del día a día. Tampoco se aleja por tanto de los efectos fisiológicos, ligados a la renovación de la energía del cuerpo o, cuanto menos, a la regulación de la sensación de cansancio. Por otro lado, los efectos preventivos ejercen de medida de contención frente a las posibles lesiones que pueden focalizarse en regiones musculares sometidas a una importante carga de tensión o estrés. Por lo general, es aconsejable acompañar esta faceta de ejercicios musculares ligeros, ricos en estiramientos, para que los efectos positivos de la terapia se alarguen en el tiempo. Como es natural, siempre es mejor prevenir que curar. Acaso más secundarios son los efectos higiénico-estéticos, que implican la limpieza de la piel debido a estos movimientos de fricción, capaces de arrastrar consigo las células muertas de la superficie. No obstante, el quiromasaje también ayuda a tonificar los músculos y a acondicionar los depósitos de grasa, lo que sumado a los efectos reconstituyentes de la energía, supone un magnífico complemento para las actividades físicas del individuo. Además, está el buen aspecto que favorece un cuerpo descansado tras un masaje.
Sin embargo, no hay nada como un placer que se comparte. Formarse como quiromasajista es sencillo a través de clases como las que el Centro QB imparte en sus cursos de quiromasaje en Marbella, con más de 600 titulados en su historial. Se trata de una formación teórica y práctica, con materias como histología, anatomía o fisiología que se aplican de manera directa por medios de ejercicios variados en los cuales el centro aporta todo el material necesario para su realización.