Para muchas personas su coche es algo más que un medio de trasporte. Algo más que un montón de hierros que se almacenan en un garaje y que de vez en cuando sirve para traernos y llevarnos. Un coche es a veces el mejor amigo, la mejor novia, la mejor forma de desconectar del mundo. Por eso somos muchos los que les cuidamos a la perfeción.
Me duele mucho ir por la calle o por la carretera y comprobar cómo apenas se cuidan los vehículos. En primer lugar se tiene que hacer por amor propio, y segundo, pero más importante, por seguridad. O es que no somos conscientes de que un buen mantenimiento puede salvarnos la vida.
Si sirve de algo, os voy a dar unas cuantas claves para mantener el coche en plena forma. Toma nota porque seguro que os puede servir para mucho. Yo trabajo en un taller, y desde aquí quiero aportar mi grano arena para contribuir a la seguridad vial y minimizar el impacto medioambiental de los coches, otro aspecto también muy importante, y del que tenemos que concienciarnos.
- Los amortiguadores son los que nos proporcionan confort y seguridad a la hora de conducir. Quizás sea el gran olvidado, pero que cuando no está o está estropeado, lo notamos y mucho. De hecho, se le considera uno de los tres componentes esenciales del llamado “triángulo de la seguridad”, junto a los neumáticos y los frenos. Se aconseja realizar revisiones periódicas cada 20.000 kilómetros.
- Neumáticos. Hay que mantener los índices de presión aconsejados por el fabricante. Hay que tener mucho ojo con posibles vibraciones y ruidos, del desgaste anómalo, que suele ser mayor por unas zonas que por otras), de cualquier comportamiento extraño detectado en una frenada. Se recomienda acudir a un especialista al menos una vez año si los neumáticos llevan instalados más de cuatro años, cuando el kilometraje anual no supere los 14.000 kilómetros. Si se hacen más kilómetros, conviene visitar el taller antes. Desgraciadamente ahora con la crisis, son muchos los usuarios que no acuden a cambiarlo, y que están poniendo en riesgo su vida, la de su familia y la del resto de los conductores.
- Embragues. Siempre nos acordamos de él cuando hay que cambiarlo. Y suele ser muy caro. Por lo tanto hay que estar muy atento a su cuidado. No se puede estar pulsando con el pie durante todos los movimientos, además tienen que hacerse de manera suave. Está demostrado que una conducción siempre pendiente de los embragues, provoca mayor distracción y un deterioro mucho mayor. Mi recomendación es apostar por el sistema de luk embragues o en su defecto por el valeo embragues.
- Los lubricantes minimizan el desgaste de las piezas del motor, por lo tanto aumentan sus años de vida, además ayudan a la refrigeración y evitar diminutas fugas en el circuito. Hace dos décadas, la media de cambio estaba en torno a los 5.000-8.000 kilómetros, ahora las cosas han cambiado. Por encima de los 30.000 kilómetros para sus nuevos modelos… aunque dilatar más de 15.000 kilómetros el cambio de lubricantes hace que el motor sufra en exceso.
Mi última recomendación es usar volantes luk, ya que dan una mayor seguridad a la hora de conducir. La verdad es que me tiraría horas y horas hablando de la seguridad para los coches. Pero creo que por hoy es suficiente. Espero que os haya servido para algo.