El Plan Bolonia, sustituye las licenciaturas y diplomaturas por grados, lo que significa que ya no hay carreras de 3 y de 5 años, sino que todas serán de 4. Eso sí, el alumnado deberá realizar un Trabajo Fin de Grado (TFG), bajo la tutela de un profesor, a fin de obtener un número de créditos necesarios para acabar la carrera. El TFG, es una condición indispensable para obtener el título. El problema es que muchos estudiantes no saben hacerlo y además, les aterra enormemente tener que defenderlo ante un tribunal.
¡No sé hacer mi TFG!, ¿qué hago?
Para ayudar a todos estos estudiantes con sus problemas a la hora de redactar el TFG, nace la empresa Universitarios en Apuros, donde trabajan con total confidencialidad, de forma que nunca aparece el nombre, ni ningún otro dato personal del alumno o alumna, y la comunicación entre ambos, se realiza vía email. Todos sus trabajos son totalmente originales y redactados por profesores expert@s en cada materia, y si es necesario, envían un informe de plagio, y de esta forma, el cliente puede estar seguro de la originalidad del mismo. Su tasa de aprobados es altísima y la mayor parte de sus trabajos superan el notable, cumpliendo siempre con las condiciones e instrucciones establecidas, y dentro del plazo acordado.
¿Tienes que hacer el TFG y no sabes ni por dónde empezar?, ¿has pensado en comprar uno? Pues que sepas que cada vez son más las personas que demandan este tipo de servicios. Y es que en pocas universidades enseñan a escribir y en algunas, lo normal es hacer exámenes tipo test durante toda la carrera, perdiendo de este modo el hábito de escribir.
El TFG, tiene tantos detractores como defensores, y mientras para algunos constituye una auténtica pérdida de tiempo, para otros es fundamental para terminar los estudios, como una forma de demostrar lo aprendido, de acreditar que se poseen ciertos conocimientos y aptitudes. ¿Tú qué opinas?
Las ventajas del trabajo de fin de grado
El TFG es un trabajo de investigación, que dotará al estudiante de las habilidades necesarias y desarrollar las competencias para las que ha sido formado. Mediante este trabajo, el alumno acreditará su titulación.
Es un trabajo próximo a la investigación científica y académica, y por lo tanto, es muy riguroso. El mano a mano con el tutor o tutora, supone una novedosa manera de aprender, más directa y fructífera, que el aprendizaje en un aula saturada.
Además, la defensa oral del TFG ante un tribunal, favorece la capacidad de exponer y de hablar en público, herramientas muy importantes para el futuro académico, profesional y personal del estudiante.
Los principales problemas a la hora de hacer un TFG
El principal problema que plantea un Trabajo de Fin de Grado, es que buena parte del alumnado no saber escribir, no saben organizar sus ideas y plasmarlas, en un papel.
Por otro lado, el alumnado se queja de la falta de cooperación del profesorado, que no presta toda la ayuda que el estudiante necesita. O la falta de medios de las universidades que cuentan con un número de docentes tan reducido que apenas puede dar respuesta a las demandas de tanto TFG.
Así, pues, el sistema del TFG, como en general Bolonia, puede funcionar bien teóricamente, con un número limitado de alumnos, ya que promueve la formación personalizada del alumnado. Pero en la práctica, no funciona, y los alumnos se encuentran, muchas veces perdidos y sin saber por dónde tirar. Se han dado casos, en que la única comunicación que mantiene el tutor con el alumno o alumna es a través del correo electrónico. Por no hablar de cuando se quedan tirados en mitad del proyecto porque el profesor se ha jubilado o ha pedido un año sabático. Esto supone, volver a empezar el trabajo desde el principio, es decir, iniciar de nuevo una investigación. Si el tutor nuevo que le han asignado no aprueba el tema elegido por el alumno, se verá obligado a buscar otro. El tutor juega un papel fundamental en el éxito del trabajo de fin de grado, y de él dependerá en buena parte, que el alumno consiga su titulación.