Uno de los principales dilemas de todo ser humano cuando se compra su primer garaje es si comprar o no una plaza de garaje. Por lo menos en España tenemos esta opción, porque en países como Japón es necesario tener primero la plaza de garaje para poder optar a comprar un vehículo.
La sobre masificación de las ciudades ha sido bien vista por los ayuntamientos locales, que han querido hacer que los ciudadanos nos encontremos a veces entre la espada y la pared cada vez que vamos a aparcar. Y esto se debe a las zonas azules y naranjas, que requieren el pago de unas tarifas que pueden parecer poco elevadas, pero a la larga se notan en el bolsillo.
Esto ocurre en el centro de las ciudades, donde incluso por la noche hay vida y existe cierta sensación de seguridad. Pero en los barrios que están rodeando al centro de las ciudades la seguridad suele ser menor, al igual que los espacios para aparcar abundan con mucha más frecuencia.
Por tanto, llegados a este punto hay que plantearse si aparcar en la calle o en el garaje. Para algunos conductores perezosos, meter el coche en el garaje es sinónimo de perder el tiempo, sobre todo si el coche en cuestión no tiene mucho valor. Pero para aquellos que valoran su coche casi como a un ser querido el garaje se vuelve imprescindible. A continuación, vamos a valorar los aspectos positivos y negativos de dejar el coche en la calle o en el garaje.
Los pros y los contras de cada opción
Dejar “dormir” el coche en la calle sale a priori más económico, aunque tiene sus riesgos. En la calle el vehículo está más expuesto a posibles incidentes no deseados como por ejemplo el robo del propio vehículo o de elementos que están en su interior y fuera, arañazos o incluso que otro vehículo choque con el nuestro.
Pero además hay que tener en cuenta que las condiciones climatológicas generan cierto deterioro en el vehículo cuando éste está estacionado siempre en la calle. Además. Esta opción deja de ser tan barata cuando la zona en la que se reside tiene un sistema de estacionamiento regulado.
Los coches que están aparcados en garaje generalmente tienen un mejor nivel de conservación. Aunque “nadie está libre de nada”, que el vehículo duerma en el garaje aporta cierta tranquilidad, disminuye la probabilidad de robo y de desperfectos. Además, puede entenderse también como una forma de ahorro en tiempo y gasolina ya que no se tiene que estar buscando sitio para aparcar una vez que se llega a casa. Si se va más allá, el precio de la prima del seguro puede verse reducida también por el hecho de que el coche duerma en el garaje, ya que las aseguradoras entienden que los riesgos se minimizan.
Sin embargo, esta opción también tiene sus “contras”, el precio de una plaza de garaje es elevado (si se decide adquirir una plaza), en caso de tener que alquilar la plaza, según la zona en la que se encuentre será más o menos costoso al mes. Se trata por tanto de un gasto mensual más para tener en cuenta.
Lo que está claro es que para dejar el coche de manera temporal, siempre se pueden utilizar los parkings que abundan por las ciudades, algunos son perfectos para turistas como Hello Parking en Barcelona, uno de los mejor situados de la ciudad condal, abierto las 24 horas, completamente cubierto y vigilado con cámaras de seguridad y personal cualificado.