Mejorar la reputación digital

Hablamos de reputación cuando hacemos referencia a la opinión que unas personas tienen de otras. En algunos casos, se trata de la opinión hacia servicios, productos o cualquier otra cosa susceptible de opinión, favorable o negativa. En la era digital, debido a la importancia y relevancia que se le concede a las nuevas tecnologías y aplicaciones, sobre todo en el ámbito digital, ha surgido un nuevo concepto de reputación: la reputación digital o reputación online.

Este concepto de reciente cuño, se define como el prestigio o reconocimiento que una persona o marca, tiene en la red. A razón de estar definición, queda claro que nadie puede controlar absolutamente la citada reputación digital, aunque es posible gestionarla. En los últimos años, han aumentado las agencias que se ocupan de gestionar la reputación digital. Lo que se ha convertido en un servicio de excepción sobre todo para personas o marcas con cierto renombre.

Aunque a la mayoría este servicio les resulte ajeno o desconocido, con la llegada de las nuevas tecnologías y la rapidez con la que todo evoluciona y viaja la información, la reputación digital, se ha convertido en un aspecto vital. Sobrevivir en las redes sociales y el mundo digital es esencial tanto para profesionales como para particulares. En el terreno personal, pasando por tener delimitadas las redes personales y profesionales, es conveniente hacerse ver y obtener reconocimiento en las redes. Como nos afirman desde Sky Reputation, dedicados a gestionar la reputación online, gozar de una buena reputación digital, contribuye a ser más valorados a nivel profesional de cara al futuro.

Por lo tanto, podemos decir que la reputación digital u online, consiste en la fama o prestigio que una persona o empresa tiene dentro de internet. En su base, no difiere demasiado de la reputación al uso, salvo que en el mundo digital, es posible encontrar información de todas esas personas, marcas o empresas y forjarse una opinión. Basta con hacer una búsqueda en internet.

Indispensable tener una buena reputación en la red

Lograr una buena reputación digital no es tan sencillo como parece. Requiere tiempo y dedicación, además de realizar un esfuerzo para alcanzar el objetivo propuesto. En este artículo, vamos a tratar de señalar algunas ideas sobre la manera de construir y mejorar la reputación digital. Algo esencial tanto para beneficiarse en la carrera profesional o ganar prestigio a nivel empresarial.

En los últimos tiempos, todo ha cambiado de tal manera que donde antes se hablada de ser popular y conocido, siendo algo asociado a personas concretas, o empresas de renombre, ahora, se habla de reputación digital y se aplica a todo aquel o aquello que anda por la red. De tal manera que la reputación digital puede clasificarse en diferentes tipos, contando cada uno de ellos con sus propias características. Desde la reputación personal, hasta la corporativa. La primera, que afecta a los individuos y sus perfiles en las diferentes redes sociales; la segunda que impacta en la percepción que la sociedad tiene de una empresa. En cualquiera de los casos, es conveniente entender los diferentes tipos para poder gestionar eficazmente la imagen que se tiene en el mundo digital.

Respecto a la reputación digital personal (RDP), podemos decir que es la que hace alusión al prestigio que tiene una persona en la red. Lo que viene a ser la percepción que los demás tienen sobre un individuo a razón de su presencia y actividad en internet. A la hora de iniciar una campaña de gestión de reputación digital personal, los profesionales, llevan a cabo un análisis de la situación. Para ello, utilizan herramientas específicas desarrolladas para auditar esa reputación.

Uno de los elementos clave que indican la reputación son los buscadores. Los resultados de búsqueda asociados a una persona son determinantes, porque las personas se fían más de los resultados que arroja Google que de lo real y tradicional. Para mejorar la reputación de una persona, los profesionales se centrar en la primera página, ya que es de sobra sabido que no se suele pasar de ella.

En cuanto a la reputación digital corporativa (RDC) y la reputación digital de marca (RDM), resulta fundamental para las empresas o marcas que esta sea buena. Contar con buena reputación a nivel internet, ayuda a crear confianza en los usuarios y posibles clientes. Algo que a su vez, mejora las ventas. Para lograr tener buena reputación, conviene comunicar de forma efectiva lo que se ofrece, los proyectos, logros y valoraciones que los demás tienen sobre la empresa o compañía.

Aunque en la red ya existen opiniones plasmadas sobre el producto o servicio, siempre pueden llevarse a cabo acciones de mejora. Para lo que los profesionales ofrecen un plan de reputación digital en el que ser recopila información sobre la marca o empresa, realizando un seguimiento detallado.

Se trata sin duda, de un fenómeno social de percepción que, además es dinámico ya que se encuentra en continuo cambio. La reputación online, engloba una serie de aspectos complementarios entre sí, los factores internos y los externos que, hacen referencia a la percepción que tiene la empresa o personas sobre sí misma y la información que aportan los usuarios, respectivamente.

La manera de saber la opinión que los usuarios tienen sobre la persona o la marca, puede conocerse llevando a cabo algunas consultas en los buscadores. Por ejemplo, el nombre de la marca o persona, el del producto o servicio ofrecido, el producto y la opinión o palabras vinculadas al sector.

Aspectos que condicionan la reputación

Hablamos en términos positivos, aunque cabe señalar que la reputación puede ser mala y, en tal caso, acabar con la persona o empresa en lo que al mundo digital respecta. Para que un profesional, persona o marca, cuente con una buena reputación digital, deben estar presentes aspectos como contar con una buena impresión y confianza en la marca, producto, servicio o persona, además de las buenas valoraciones sobre los mismos. Por otro lado, debe existir una visión de futuro.

A la hora de gestionar la reputación digital, los profesionales realizan una serie de acciones de las cuales vamos a hablar a continuación. En el caso de que exista algún tipo de información dañina o negativa, actúan en consecuencia. Por lo que, el primer paso que se dan, es desarrollar una estrategia que permita mejorar la imagen digital de la empresa y defenderla frente a ataques negativos.

Definir el tono de los mensajes que se van a publicar respecto a la marca, empresa o servicio y elaborar contenidos informativos, positivos y de calidad. Este tipo de contenidos, ayuda en la lucha contra la reputación digital negativa a la vez que proporciona respuestas a las preguntas frecuentes que surgen en la comunidad online. En los mismos, se muestran los valores, la integridad y la confiabilidad que ofrece la empresa o persona.

Por otro lado, se ocupan de optimizar las imágenes utilizadas en las diferentes publicaciones, se refuerzan los perfiles de las redes sociales y se monitoriza y analiza de forma constante, los mensajes recibidos. Tanto si son positivos como negativos.

Este tipo de campañas para adquirir reputación positiva, se llevan a cabo con la finalidad de conseguir tres objetivos principales:

  • Identificar y medir las opiniones que se van generando en el mundo digital respecto la empresa, el producto o servicio ofrecido, la persona o la marca.
  • Minimizar la visualización en el caso de que se produzcan opiniones negativas sobre la marca o empresa, para que tengan meno exposición en los buscadores y redes sociales.
  • Mejorar la reputación digital de la marca, empresa, servicio, producto o persona.

Para lograr estos objetivos, se recurre a la gestión preventiva o la de crisis. En la primera de ellas, se realiza un trabajo diario dejando marcas positivas sobre la empresa en cuestión, siguiendo una estrategia de comunicación. Generar contenido en blogs, redes sociales o perfiles profesionales. En la segunda, se resuelven los incidentes que perjudican la imagen, siguiendo acciones como la generación de contenido de valor, implementar acciones que posicionen el contenido en los primeros lugares, medir la difusión del contenido…

De cualquier manera, en el supuesto de que se produzca un error que pueda perjudicar la imagen digital, sin que llegue al punto de ser una crisis de reputación, puede ser suficiente con rectificar, disculparse y actuar con rapidez y en consecuencia para subsanar el motivo que dio lugar a la mala imagen.

Para concluir, menciona como la reputación online va de la mano de las redes sociales, por lo que deben trabajarse de manera conjunta. Sin duda, las redes sociales son consideradas como una fuente de información y consulta indispensable por parte de los usuarios. Para mejorar la reputación en las redes sociales, hay que establecer vínculos personales con los usuarios y modificar la percepción que tengan de ti o de la marca. Antes de crear perfiles en las diferentes redes sociales, hay que tener claro si se dispone de contenido de valor para cada una de ellas.

Parece increíble, pero las redes sociales y el mundo online en general, tienen un poder y credibilidad muy importante en la sociedad actual. Tal es su fuerza de arrastre que si no estás en la red y no formas parte de ella, no existes.

Compartir:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Relacionados

¿Para qué se utiliza el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es un producto que está siendo muy utilizado desde hace muchos años porque hace que la piel esté hidratada y permite que se puedan reducir las arrugas. A día de hoy verás que hay muchos productos de

Factura electrónica

¿Qué es la factura electrónica?

Unos de los temas de los que se habla referente a las empresas es el de la factura electrónica. Una factura que se espera que en los próximos años sustituya a la factura tradicional y que ya están utilizando muchas

Asesoramiento en delitos tributarios: prevención y defensa legal.

Cuando hablamos de delitos tributarios, nos referimos a aquellas acciones que atentan contra el cumplimiento de las obligaciones fiscales establecidas por la ley. En otras palabras, son fraudes o irregularidades cometidas en el ámbito fiscal que pueden acarrear sanciones económicas