¿Todas las familias se llevan bien?, pues la respuesta es no y es que siempre hay personas que se llevan mejor, otras que no se pueden ni ver pero para eso existe la mediación familiar.
Los profesionales que trabajan realizando la mediación familiar son conscientes de que tienen que llevar a cabo una labor que en ocasiones resulta un tanto complicada.
Hay personas que se quieren llevar bien porque tienen hijos y otras porque no les queda más remedio y es aquí donde cobra especial protagonismo el trabajo que realizan estos profesionales.
La gran importancia que tiene la mediación familiar
Se va a comenzar este artículo mencionando que la mediación familiar es importante y suele ser requerida cuando se producen separaciones o divorcios.
Hay parejas que acuden a estos profesionales porque no se entienden entre ellos pero quieren buscar ayuda externa porque así pueden negociar determinados acuerdos.
Así, según los expertos, se puede conseguir que la separación o el divorcio no llegue a ser un obstáculo para la pareja ni para los hijos que hubieran podido tener cuando la relación iba bien.
Esta técnica resulta muy necesaria porque puede favorecer el mantenimiento de una especie de relación abierta además de equilibrada entre las personas que forman la pareja.
También se puede añadir que es una buena técnica porque, cuando hay menores de edad, éstos pueden acabar con traumas y así, con la ayuda de estos profesionales, los pequeños no están tan mal.
Una buena alternativa a la vía judicial
Hay que tener claro que el mediador familiar es un profesional que en la actualidad se posiciona como una alternativa ideal a la vía judicial cuando se producen conflictos familiares.
De esta forma, Ms afirma que los padres de cualquier niño o niña pequeño/a pueden llegar a acuerdos satisfactorios con el fin de llevarse bien y para que no haya más problemas de los que ya hay.
El objetivo fundamental con el que cuenta la mediación familiar es que se consiguen acuerdos que son más duraderos, más equitativos y se producen muchos menos problemas.
Los lectores tienen que saber que existe una fase de premediación donde se configura la relación que tienen que tener las dos personas que forman la pareja con el mediador y se definen los compromisos que se tienen que adquirir.
Existe lo que se llama la fase de encuentro o de negociación y en la misma se establecen los puntos de acuerdo y los que son de discusión y esto lo sabe el mediador.
¿Qué hace el mediador familiar?
Pues bien, ahora toca el turno de saber las funciones que realizan en el día a día los mediador familiares porque mucha gente desconoce las actividades que llevan a cabo.
Se encargan de establecer un marco de intervención y esto quiere decir que convoca el profesional a los dos partes que forman la pareja con el fin de negociar y les informa sobre todo lo que va a suceder en el proceso de mediación.
Otra de las funciones que realizan los mediadores familiares es la recogida de la información porque ha de recabar todo lo que sea importante sobre los miembros que se encuentran implicados.
Existen más funciones que realizan estos profesionales en su día a día como es el desarrollo de las opciones que sean posibles ya que aportan ideas u opciones para ver cómo se pueden resolver los conflictos.
Se va a mencionar otra de las funciones que realizan estos profesionales y es que se encargan de clarificar los acuerdos para que ambos miembros de la pareja tengan palabra y que cumplan con lo prometido.
Son profesionales que realizan una labor complicada
No resulta sencillo aclarar temas entre dos personas que en su momento fueron pareja y que, a día de hoy, ya sea por la forma de pensar o de actuar, han dejado de quererse, sobre todo cuando hay niños de por medio.
Muchas parejas deciden contar con la ayuda de un mediador familiar porque no quieren dañar a sus hijos, quieren realizar todo lo que han prometido pero en ocasiones la otra persona no pone de su lado.
El mediador familiar no se va a poder ni de un lado ni de otro, sino que intentará comprender a cada persona por separado y procurará que haya acuerdos en determinados momentos.
Se trata de una labor que resulta complicada porque a veces, sobre todo cuando hay hijos, las personas ni se entienden ni se quieren entender y provocan conflictos que tardan en ser resueltos y es aquí donde tienen que demostrar sus habilidades estos profesionales.