Todas las industrias que existen en el mundo, por muy diferentes que sean y por muy diversos sectores en los que se encuentren, tienen algo que es común a todas y que les afecta de un modo muy importante. Ese algo no es otra cosa que el transporte de sus mercancías, una labor que es de una importancia extraordinaria y que lo impregna y lo condiciona todo. Que las mercancías estén en el momento preciso en el lugar indicado es la prioridad para que la empresa en cuestión gane dinero.
Las posibilidades para transportar mercancías han crecido mucho a lo largo de los años. El barco o el ferrocarril llevaron la voz cantante hace siglos, pero con los inventos de los automóviles (camiones) y los aviones la posibilidad para realizar entregas creció de un modo exponencial. Estudiar cuál es la opción más eficiente se ha constituido como una obligación para todas las industrias. Y es que se puede ahorrar una gran cantidad de dinero y tiempo a través de estudios como de los que venimos hablando.
El transporte de mercancías por carretera es el que sale ganando en casi todas las comparaciones. La verdad es que su alto grado de adaptabilidad, su flexibilidad y un precio más reducido son motivos más que suficientes para hacer que sea el modelo de transporte elegido por la gran mayoría de las industrias para repartir todos sus productos entre sus clientes. No hay nada que supere las prestaciones del transporte de mercancías por carretera. Para que esto dejara de ser así habría que inventar un nuevo modelo de transporte.
El portal web Blog del Transportista analizó las diferencias que existen entre dos modelos de transporte como lo son el de carretera y el transporte por ferrocarril. Y lo cierto es que el que sale ganando es el primero en primer lugar, y tal como apuntábamos antes, por el factor económico. Destacaba este portal web que el segmento en el que es mucho más viable el transporte de mercancías por carretera que el de ferrocarril es en envíos que tienen una distancia inferior a los 400 kilómetros.
La libre circulación de bienes y mercancías por toda la Unión Europea hace que numerosas empresas hayan tenido que hacer números a la hora de valorar qué tipo de transporte les es más eficaz, más rápido y más barato, una labor que en ningún caso es fácil y que engloba a un buen elenco de asuntos. Después de hacer los análisis pertinentes y adaptarlos a empresas de diferentes sectores y diferentes tamaños, Cargolink y sus profesionales han llegado a la conclusión de que el transporte de mercancías por carretera sigue siendo el tipo de transporte más eficiente para la mayoría de las entidades, que pueden encontrar en él una solución idónea para la distribución de sus productos.
Una diferencia fundamental entre el transporte terrestre y los demás
Hay una cuestión que no hemos mencionado hasta ahora pero que es de una importancia sideral y que permite resumir a las claras por qué es el transporte por carretera el mejor medio para distribuir mercancías. ¿Cuál es el único medio que nos permite entregar las mercancías en las mismas instalaciones de la empresa que las necesita? Es probable que el almacén de la empresa no esté cerca de una estación de tren, o de un puerto, o de un aeropuerto. Sin embargo, sí que estará cerca de una carretera.
El transporte terrestre es, de este modo, el más independiente de todos los demás porque es el que menos necesita al resto. Es evidente que para envíos a Gran Bretaña o a Estados Unidos desde España no se puede recurrir de manera exclusiva a un camión, pero sí que es cierto que la mayoría de envíos que se producen en el mundo se producen en el interior de un mismo país y no es necesario trasladarlos en barco, ferrocarril o avión.
Esto hace que el transporte por carretera sea más barato que el resto y que por tanto también tenga futuro. Los camiones son necesarios y lo van a seguir siendo siempre porque son el motor de muchas de nuestras empresas y por tanto de nuestra economía. De ellos depende todo. Sin ellos, toda una tirada de producción puede no haber valido para nada. De ahí su gran importancia, su enorme practicidad y la tremenda confianza que las empresas depositan, año tras año, en él.