Cuando uno tiene claro que quiere estudiar lejos de su casa porque los estudios existentes en su ciudad no le gustan, hay que recordar un aspecto importante si se quiere elegir una buena residencia universitaria que pueda encajar contigo, la filosofía y tu forma de entender la vida.
¿Qué hay que tener en mente cuando elegimos una residencia?
Lo mejor es que esté situada en las próximidades de la Universidad. Es lo mejor si lo que se quiere es aprovechar la vida universitaria, máxime en las ciudades grandes. Por todo ello es mejor que estén cerca del campus.
Las habitaciones deben estar hechas a la medida
Hay que escoger una residencia universitaria que se preocupe por lo que necesites y que te den esas soluciones a tu medida. Por ejemplo, si quieres contar con tu propia independencia, hay que optar por residencias y apartamentos, en los que sea posible contar con tu propia cocina, por lo que vas a poder cocina lo que quieras.
Si te gusta que te hagan la comida, lo mejor es optar por residencias que tengan comedor incluido. Vas a ahorrar mucho tiempo, pudiendo aprovechar para estudiar o conocer amigos nuevos. Existen también residencias universitarias donde se puede elegir habitaciones individuales según las posibilidades y gustos.
Debe asegurar el alojamiento que tienes si quieres quedarte en vacaciones
Lo mejor en este sentido es optar por las residencias que hagan posible que sigas viviendo en ellas, aunque el contrato anual se termine. Hay algunas que son las residencias Campus donde se puede pagar el alojamiento veraniego diariamente por si es necesario quedarse algunos días más.
Tener libertad
En caso de que lo que busques sea no sentirte vigilado, lo mejor es que tu apuesta se centre por las residencias que tienen recepción las 24 horas o las que te dan las llaves de cada apartamento para que puedas sentirte en casa y entrar y salir cuando lo desees.
Deberá fomentar la práctica deportiva
Tiene que tener zonas ajardinadas o gimnasio en sus instalaciones, ya que el deporte tiene gran importancia para los estudiantes.
Una buena alternativa en el caso de que vayas a estudiar en Madrid es la Institución del Divino Maestro, que es una fundación benéfico-docente promovida y patrocinada por el Arzobispado de Madrid desde el año 1927. No son unos recién llegados como imaginarás, por lo que tienen experiencia dilatada a la hora de alojar estudiantes.
Una residencia con régimen basado en los valores humanos y familiares
Esto hace que den la importancia a la libertad, pero también a la responsabilidad de cada alumno, que debe ver en esta residencia como si fuera una prolongación de su propio hogar.
En esa residencia procuran que el universitario en cuestión pueda adquirir un gran bagaje cultural que es preciso para conseguir una mejor convivencia y una formación en lo social y lo humano que esté a la altura de lo que demandan los tiempos.
Ellos hacen actividades que son compatibles totalmente con los estudios y que hacen mediante comisiones, donde adquieren gran importancia los coloquios y las charlas, así como concursos de fotografía y cortos de cine, entre otras actividades.
Esta institución tiene habitaciones dobles y triples con baños comunes y servicios de comedor, lavandería, Internet, salas para estudiar, biblioteca, gimnasio, capilla, prensa diaria, etc. Los ratos de ocio tienen salas de vídeo, televisión y demás proyecciones audiovisuales, sala de juegos, de música o pistas deportivas.
El éxito de estas residencias radica en un firme compromiso por querer ser el mejor sitio para que los estudiantes puedan desarrollar su labor y además aportarles mucho más en lo humano.
Esperamos que después de estos consejos, tengas más claro que es lo que tienes que tener en mente cuando buscas una residencia universitaria que responda a lo que realmente necesitas. La vida universitaria merece la pena ser vivida plenamente y a la vez es necesario un aprovechamiento intelectual.
Para conjugar todo esto, el centro tiene que dar la talla y para eso es necesario un nivel de compromiso con los universitarios grande y que el día a día pueda conjugar el descanso, con el estudio y una vida activa que viene aparejado a una época de la vida tan rica y vital como son los años de la universidad.