Una de las principales estancias de la casa es la cocina. Si bien es verdad que en los típicos hogares americanos esta habitación tiene mucha más importancia que en España porque, con isla o sin ella, este espacio suele estar abierto al comedor o a la sala de estar y todo ocurre allí, en nuestras casas también es una de las estancias que más utilizamos y, por ende, la que más desgaste sufre y también la que más cuesta reformar. No obstante, hoy vamos a daros algunos consejos para mejorar nuestra cocina ahorrando un poco por el camino.
Habrá quien os diga que ir al Leroy Merlin o a Ikea y comprar muebles nuevos para la cocina es la mejor opción porque montarlos es coser y cantar y nos ahorraremos un buen dinero y aunque la solución no es la que yo elegiría he de reconocer que tienen razón. Los muebles son fáciles de montar, no hay que hacer un máster para poner tornillos en los agujeros e ir uniendo piezas, pero es que lo complicado no es montar los muebles de cocina, lo realmente difícil y para lo que seguramente necesitaréis ayuda profesional, es para realizar la instalación de la las tuberías, para colgar los muebles altos en la pared y que queden rectos y para fijar encimera y electrodomésticos.
Tened en cuenta que tenéis que hacer vuestro plano para comer los muebles manteniendo un espacio para los electrodomésticos, un espacio que ha de ser más o menos exacto para hacer que el lavavajillas cuadre con un enchufe, así como con toma y de desagüe de tubería o para que el horno tenga también un enchufe con cableado del dos como mínimo justo detrás de él.
Por eso, en mi opinión, no ahorraría en este tema y contrataría a profesionales cualificados. En Alvimodul encontraréis especialistas en diseños de cocina a medida que se ocuparán absolutamente de todo: diseño, instalación, fijación, etc. a un precio que llama la atención por competitivo y económico. También tenéis la opción de ir a las grandes superficies antes mencionadas y contratar el montaje con ellos pero no os lo recomiendo porque suelen limitarse a montar el mueble y fijarlo a la pared, nada más, el tema eléctrico y de tuberías se queda en el aire.
Lo que sí puedes hacer tú mismo
En lo que sí podéis ahorrar es en el tema del alicatado. A priori puede parecer una auténtica locura pero una vez que empecemos el trabajo nos daremos cuenta de que no es tan complicado como parece. Buscad azulejos grandes con formas sencillas. No pretendáis alicatar toda la cocina con azulejos muy pequeños de formas desiguales porque, al no ser profesionales, la posibilidad de meter la pata es verdaderamente alta y entonces el gasto económico será mayor. Las piezas grandes de formas simples son muy fáciles de instalar, sólo necesitarás una cortadora con filamentos de diamante (se alquilan por horas en Leroy Merlin y salen muy bien) y un pack de nivelación cerámica (los puedes encontrar en nivelacionceramica.es). El cemento también lo puedes localizar fácilmente en cualquier tienda de bricolaje y es realmente barato y sencillo de poner. Con respecto a la masilla para enlucir y sellar tampoco resulta cara y extenderla en las juntas para finalizar el trabajo es cosa de niños.
Ahora bien, otro problema que suelen tener las cocina antiguas y que todos solemos querer arreglar es el tema de la ventilación. Por supuesto, hemos de instalar una campana extractora con tubo que vaya a salir directamente a la calle (normalmente pro la galería), pero a veces el problema persiste porque las ventanas de la casa son antiguas y no cierran bien. Esa pequeña rendija de aire que entra causa pequeñas corrientes apenas perceptibles por nosotros pero que influyen notablemente en la recogida de humos y olores de la campana así que, ante algo de estas características, tienes dos opciones: instalas una campana potentísima (si tienes una buena instalación eléctrica) y te dejas un dineral en ella o cambias las ventanas antiguas y pones una campana estándar. Yo me decanto más por esta segunda opción porque acabas con dos problemas por el precio de uno. En Replus podrán aconsejaros sobre cuál es la mejor opción a instalar en vuestra vivienda y asegurar así la mayor eficiencia posible.
El resto ya es cuestión personal: si quieres cambiar electrodomésticos, si quieres instalar accesorios decorativos o comprar nuevos utensilios, etc. Personalmente creo que lo mejor es empezar a trabajar con lo que tenemos y, a posteriori, viendo cómo nos desenvolvemos con la nueva cocina, seleccionar aquello que realmente necesitamos para ir adquiriéndolo poco a poco, así ahorraras en gastos innecesarios y caprichos que no son del todo prioritarios.