Lo tenemos totalmente decidido, la próxima vez que tengamos que celebrar alguna fiesta contrataremos nuevamente a la empresa de catering De Lisi. Es una compañía que se dedica a organizar fiestas, tanto para empresas como para particulares, fiestas privadas a domicilio y cualquier tipo de celebración o evento. Nosotros nos quedamos plenamente satisfechos con su servicio; son unos grandes profesionales.
Los contratamos con motivo de la jubilación de un compañero de trabajo. Muchos años trabajando juntos, casi una vida, así que tantas vivencias en compañía y tantas anécdotas compartidas se merecían una gran fiesta. Era mi compañero de la mesa contigua, que acababa de cumplir los sesenta y cinco años de edad, y con ello le llegaba su hora de la tan ansiada jubilación, era el momento de su despedida en la empresa.
Un gran equipo
Su pandilla más unida del trabajo, de la que formo parte, a la que se sumaron la mayoría de compañeros y los jefes, decidió ofrecerle una fiesta sorpresa, a la que invitamos a su esposa, indicándole que por favor mantuviese el secreto, que no le contase nada. Lo llevamos todo con mucho sigilo. Estuvimos viendo varias opciones y al final nos decidimos por contratar esta empresa de catering, pues teníamos estupendas referencias de ella, y por su experiencia nos aportó una gran cantidad y variedad de ideas. Elegimos un menú especial, teniendo en cuenta sus gustos, e hicimos una decoración personalizada, pensando en la trayectoria profesional de nuestro estimado y querido compañero, con fotos tamaño póster de los momentos más recordados, con alguna bromita incluida. Para que no sospechase durante el día de la celebración, quedamos los de siempre para tomar un vino, pero esta vez no era en el lugar de siempre, pues a uno de nosotros no se le ponía bien, le explicamos. No sospechó nada, y así lo llevamos al lugar donde nos estaban esperando todos los demás, y su esposa también. ¡Qué sorpresa se llevó!
Lo pasamos muy bien, todo transcurrió en un ambiente muy relajado y muy agradable, en plena armonía entre empleados y jefes. Nos reímos recordando múltiples anécdotas, reviviendo historias, y acordándonos de compañeros que ya habían abandonado la empresa. Habíamos entre todos aportado una cantidad de dinero para hacerle un regalo que le quedase como recuerdo de este día y de esta despedida. Barajamos varias opciones y al final nos decantamos por un reloj, que grabamos con sus iniciales en la parte de atrás de la esfera. A los postres le hicimos la entrega del regalo, y, todo emocionado, nos dio las gracias y nos dijo que sería siempre un día especial de su vida, que no lo olvidaría.
En fin, yo creo que fue un día especial para todos nosotros, pues siempre habrá compañeros y compañeros, a unos los echarás de menos y otros preferirías olvidarlos para siempre, especialmente a esos que llaman trabajadores tóxicos, pero este compañero seguro que es de los primeros.
Y así transcurrió esta pequeña fiesta, todo resultó muy bien gracias a la ayuda, al buen hacer y a la profesionalidad de la empresa de catering De Lisi, que con gran acierto había sido contratada para este evento.
