En dismobel, pude encontrar lo que llevaba mucho tiempo buscando. Una tienda de muebles donde no solo me encantan los muebles sino también donde pude encontrar el trato y la profesionalidad que estaba buscando.
Resulta que hace un par de años, me divorcié del que, hasta entonces, fue mi marido. La verdad es que fue un divorcio un poco duro, y lo que quise hacer después fue cambiar por completo los muebles de mi casa, que fue lo único que me quedó del divorcio. Eso, y un disgusto enorme después de enterarme de muchas cosas que hizo mientras estábamos juntos. El caso es que debido a ello, quise cambiar entera mi casa, porque había demasiados recuerdos… quería empezar de cero. Por eso decidí acudir a tiendas de muebles. Pero el caso es que no tuve suerte en ninguna de las tiendas que visité… o bien porque los muebles no eran de buena calidad, o bien porque el trato del personal no fue, digamos, muy amable, y de hecho hubo una vez que me atendió un muchacho que no tenía ni idea de las cosas que le iba preguntado, e iba leyendo la descripción de los muebles que nos iba enseñando, ni si quiera se lo sabía de memoria… en fin.
Por eso os decía que precisamente suerte, no tuve. Hasta que una compañera de mi madre del trabajo, me dijo que ella acababa de comprar los muebles para decorar su patio, en dismobel. Y gracias a ella acudí allí, y la verdad que quedé muy satisfecha con sus servicios. Los muebles me encantaron, supieron ofrecerme lo mejor de lo mejor, atendiendo a mis gustos y al dinero que tenía disponible en ese momento para gastarlo en los nuevos muebles. De hecho, he decorado la casa entera contando con dismobel, por completo. Me hicieron ofertas geniales, me trajeron todos los muebles a casa, el traslado fue muy bien y muy puntual, y el trato, de diez, sin ninguna duda. Si lo llego a saber antes, hubiera ido directamente a ellos, en lugar de visitar tantas tiendas de muebles como visité, encima para llevarme los disgustos que me llevé… que era lo último que me apetecía, disgustarme más después del divorcio tan desastroso que tuve.
UN PEQUEÑO CAMBIO
La verdad es que el tema de la casa, tenerla a tu gusto, sintiéndote cómodo en ella… Es algo a lo que siempre he dado mucha importancia. Hay mucha gente que prefiere gastarse el dinero que tienen ahorrado en viajar, salir, caprichos… pero yo soy de las personas a las que le gusta llegar a casa después de un cansado día de trabajo, tumbarme en mi sofá, y relajarme contemplando lo bonito, limpio y ordenado que tengo todo ( bueno en lo de limpio hago trampas, porque viene una chica amiga mía a limpiarme, puesto que a mi no me da tiempo ni de broma debido a mi trabajo). Porque paso mucho tiempo fuera de casa, y porque el poco que puedo aprovechar estando dentro, lo quiero pasar estando a gusto y sintiéndome cómoda. Y sabía que eso no iba a poder ser posible si dejaba los mismos muebles que había estado compartiendo con mi ex marido años atrás. No se como que le doy mucha importancia a la casa, me encanta que vengan amigos o familiares a comer o cenar, a estar juntos y que me digan que la tengo bonita, disfruto con ello. Y porque es lo que os digo, después de pasar cinco días trabajando, llega el fin de semana y en lugar de irme por ahí siempre, prefiero pasarlo en casa, tranquila y relajada, leyendo, viendo la televisión…
Cambiarme de casa valía, lógicamente, mucho dinero, y es que no quería cambiarla porque me hubiera divorciado… porque Loeches es genial, el barrio muy tranquilo, sin apenas ruidos, los vecinos son muy amables y tenemos una pequeña piscina en medio del barrio de la que disfruto todos los veranos y mucho. Por eso pensé que el tema de los muebles al menos sí que me ayudaría a cambiar un poco, porque la casa y el entorno quería que fueran los mismos.