Para comenzar nos vamos a ir a Estados Unidos. Allí sí que saben rentabilizarlo todo. Una de las fiestas que continúa siendo más rentable en aquel país es Halloween. La Federación Nacional de Minoristas de la Unión Americana (NFR) calcula que los estadounidenses se dejan cada año más de 7.900 millones de euros en rendir homenaje a la fiesta más terrorífica del año. Está claro que el truco está en la cartera.
¿Qué significa esto? Pues que el negocio del disfraz puede ser muy rentable. Cada persona invertirá un promedio de 78.37 euros, y la mayor parte de ese dinero irá destinado al elemento indispensable en esta celebración: el disfraz.
Ahora nos venimos ya a España. Si hace años le dijera a mi abuelo que se paga dinero por un disfraz nos diría que estamos locos. En la antigüedad los disfraces se hacían con ropa vieja que tuviéramos en casa, con objetos o como mucho con algo que nos dejara el vecino. Era el momento de darle a la imaginación. Sin embargo, con el paso de los años todo esto cambió. Y ahora el negocio del disfraz se ha reinventado. Y es que todas las fiestas que pensamos siempre acaban con un disfraz. De ahí que muchas empresas hayan visto negocio.
Un calendario plagado de fiestas de disfraces
Si miramos al calendario hay muchas ocasiones en las que tenemos para disfrazarnos. En primer lugar, y siendo el máximo exponente, es el mes de febrero. Ese mes, salvo que el calendario venga muy caprichoso, es cuando se celebran los Carnavales. Las cifras que se manejan durante estos días son de vértigo. Con un ejemplo se dice todo. El Carnaval trajo a Cádiz a unas 400.000 personas y dejó entre 5 y 10 millones de euros. La ocupación hotelera superó el 93% el segundo fin de semana en la Bahía y el primero casi alcanza el 91% en la capital.
Pero a lo largo del año son muchos más los momentos que tenemos. Sin ir más lejos, en noviembre cuando se celebra Halloween, España se vuelve loca para buscar el disfraz más horrendo que haya. Y se hace tanto en las tiendas físicas como en las on line. En Disfrazarte Shop aseguran que sus ventas alcanzan el top durante la fiesta de Carnavales, pero que cada vez llega con más fuerza el primero de noviembre. ¿Tú cuándo te disfrazas?
El mes de junio es el momento de las fiestas de los colegios. ¿Qué se hace? Pues antes se cantaba una canción y todos para casa, pero ahora ya no. Ahora lo que se lleva es realizar una fiesta temática y vestirse de algo. Sin ir más lejos, en la última fiesta de colegio de mi hijo, el centro les mandó ir disfrazados de personajes de Walt Disney.
Una vez llegado el verano es el momento de las fiestas en los pueblos. Son muchos donde también se apuesta por una fiesta de disfraces. Mi ejemplo lo tengo en mi pueblo de Zamora, Castroverde de Campos, donde se organiza una fiesta con disfraces de todas las temáticas posibles. No nos podemos olvidar de las fiestas hawaianas, que son esenciales para los días de más calor junto a la barbacoa.
Y a lo largo del año en muchos municipios se celebran las clásicas ferias renacentistas o medievales. Es el momento perfecto para disfrazarse de épocas.
Fiestas virtuales y hogareñas
Además nunca sabemos cuándo puede pasar. Incluso con la pandemia del coronavirus hemos visto como en muchos balcones la gente se ha disfrazado de lo que tuviera por casa. No hay duda de que cambiar de personaje es algo que nos hace más felices. Incluso en otros lugares, como ha pasado en el País Vasco, se han hecho una fiesta virtual.
Y para terminar el año, corremos la San Silvestre, esa típica prueba que antes solo se celebraba en el barrio de Vallecas (Madrid) y que ahora se organiza en muchas ciudades. Y ya no sirve con ponerse el disfraz de running, ahora lo que hay que hacer es disfrazase de cualquier cosa para despedir el año en zapatillas.
Y todas estas fiestas de disfraces llevan de la mano más negocio. Por ejemplo, comprar piñatas, vajillas desechables, guirnaldas, farolillos y cualquier otro producto que puedas necesitar para montar la mejor fiesta o evento. Todo es posible con tal de ponerle un punto de color a la vida.
Ya has visto que esto de disfrazarse es un gran negocio y que hemos pasado de hacerlo solo durante el Carnaval a realizarlo en muchas épocas del año.