La imagen que percibe el cliente de una empresa, es fundamental para que se pueda mantener, los empleados son la carta de presentación de cualquier negocio, por lo que su imagen es indiscutiblemente importante. Por ello, contar con una imagen corporativa atractiva y que le permita al cliente, identificarlos rápidamente, es prioritario.
Los uniformes corporativos son uno de los aspectos más importantes de la imagen corporativa de cualquier empresa, pues son -junto con el logo- lo primero que verán los clientes. Tener unos buenos uniformes labores que se adapten a las necesidades propias de cada cargo, es indispensable para mantener una imagen que muestre cohesión en la empresa y en sus valores propios.
Para cada uno de los puestos, debe existir una variante del uniforme, que mantenga, como mencionamos anteriormente, la cohesión entre el personal, pero que le permita a cada uno, estar cómodo a la hora de cumplir con sus funciones. El uniforme de un jefe de obras, debe ser diferente al de un ejecutivo de ventas, porque no cumplen las mismas funciones ni se desenvuelven en los mismos espacios físicos. Es por ello que la elección de tipos de tela, de accesorios y de todo lo que compone una vestimenta corporativa, debe ser estudiado y elegido con mimo.
Los uniformes laborales, deben contar con una serie de características para que garanticen su funcionalidad a largo plazo, pues hacer una inversión importante que se perderá a los 6 meses, es una pérdida económica con la que la empresa deberá correr, es por ello que volvemos al punto anterior, todo lo relacionado con la imagen corporativa que deben lucir los empleados, debe ser trabajado con cuidado, delicadeza y pensando en todos los puestos laborales.
Para evitar esa pérdida de dinero, lo mejor es comenzar desde el principio, por ello, compartiremos los pasos a seguir para que implementar uniformes en la empresa, sea beneficioso para todos los que hacen vida dentro de ella:
Escucha a los empleados
Ellos son quienes usarán los uniformes y por ello, deben participar en el proceso, capaz no desde la parte creativa, pero si desde el conocimiento absoluto de cada puesto laboral. Nadie mejor que ellos para decirte lo que necesitan para cubrir sus puestos de trabajo de forma cómoda y efectiva. Por lo que escuchar y tomar nota de sus necesidades, será beneficioso para todos. Por otra parte, al estar dentro del proceso y sentirse tomados en cuenta, los empleados adoptarán los cambios de mejor manera y comenzarán a adoptar los nuevos uniformes como una herramienta que los une más a la empresa.
Piensa en todos los puestos de trabajo
Un poco antes utilizamos un ejemplo que encaja perfectamente en este apartado, “el uniforme de un jefe de obras, debe ser diferente al de un ejecutivo de ventas”, esto es primordial a la hora de uniformar a todos los empleados de una empresa. Pensar en las necesidades de cada puesto laboral, hará la diferencia pues garantiza la comodidad y también la eficacia en cada uno de ellos.
También hay que pensar que los uniformes deben adaptarse a los hombres y mujeres de la empresa, por lo que se debe plantear tener el mismo modelo en versiones masculina y femenina, de igual forma, hay que considerar modelos que puedan ser adaptados para mujeres embarazadas, o para el personal que tenga alguna discapacidad. El uniforme es de todos y para todos los que hacen vida dentro de la empresa, no debe haber distinciones, por lo que cubrir todos los flancos, es la mejor manera de comenzar.
El uniforme debe ser una unidad
Hay que ver el uniforme como un rompecabezas que debemos armar en su totalidad. Para eso necesitamos todas las piezas, por ello hay que pensar en los complementos y en las características propias de cada puesto. Si usamos de nuevo el ejemplo de maestro de obra, él necesitará una serie de implementos que no necesita un chofer de camiones. Es decir, hay que considerar el puesto y todo lo que necesite para cumplir con sus funciones en todo momento, en todas las estaciones y en todas las situaciones laborales.
Durabilidad
Es importante que tomemos en cuenta que la ropa se desgasta y que hay puestos en los que se desgasta mucho más rápido que en otros, por las funciones propias de puesto. Es por ello que la elección de los materiales debe pensarse no solamente considerando la comodidad -que es lo más importante- sino que deben ser elegidos y diseñados pensando en la durabilidad de las piezas. Sin embargo, hay que considerar que los accidentes existen y que es probable que debamos reponer uniformes antes de tiempo por múltiples motivos.
Aún tomando en cuenta este aspecto, lo ideal es que tengamos algunas propuestas de lo que se quiere hacer, para mostrarle diferentes ideas a los proveedores que serán los que verdaderamente nos explicarán y nos guiarán en la búsqueda de materiales.
Investiga antes de elegir un proveedor
Elegir el proveedor es tan importante, como ensamblar la imagen corporativa general de la empresa. No solamente por el aspecto económico, sino porque hay que considerar que los uniformes deben durar un tiempo más largo que corto. Es por ello que elegir un proveedor que nos garantice la continuidad de materiales, de tallas, de inventario, es mucho más inteligente que elegir uno que de primer momento nos pueda sacar lo que queremos, pero que luego no pueda cubrir con las necesidades.
Otro punto importante en relación a los uniformes laborales, es el cuidado con el que deben ser tratados por parte de los empleados, que serán los responsables de ese aspecto y que debe tomarse en serio, pues de eso dependerá la durabilidad de los mismos, y la imagen que se perciba de quienes los lleven puestos.
Para conocer de esto, conversamos con los especialistas de Clat Gestión de Ropa Laboral, quienes tienen años de experiencia en el cuidado de uniformes laborales, y nos comparten lo que debemos hacer para que la indumentaria laboral se mantenga en las mejores condiciones, por el mayor tiempo posible.
Cuidados Generales
Los uniformes laborales están pensados para la durabilidad, por lo que se supone que las telas y materiales utilizados, resistirán el paso del tiempo y del uso, sin embargo, el cuidado dependerá no solamente de evitar rasgar o maltratar la tela, sino de cómo lavamos, secamos y planchamos la ropa que usamos para el trabajo, por eso compartimos algunos consejos generales:
- No mezcles tus uniformes con la ropa de uso cotidiano. Tu indumentaria laboral puede contener sustancias específicas que no conviene que mezcles con la ropa cotidiana tuya y de tu familia.
- Si tu uniforme es de color blanco debes lavarlo constantemente ya que las manchas se notan más y es más difícil mantener el blanco en estas prendas.
Por otro lado, a la hora de lavar, secar y planchar, también hay consejos que pueden ayudarnos con el cuidado de las piezas, normalmente los proveedores explican cuáles son las mejores formas de realizar estas actividades dependiendo de los tipos de tejidos utilizados, por lo que lo primero que hay que hacer es seguir las instrucciones, sin embargo, hay algunos tips que podemos compartir con respecto a estos tres puntos:
- Lavado: No todas las piezas se lavan igual, algunas necesitan lavados con mayor o menor temperatura, así como también el tipo de producto de limpieza que se debe usar es diferente, todo esto dependerá del tipo de tejidos y del cuidado que cada uno requiera. Asegúrate de leer las etiquetas o de prestar atención a las instrucciones de los proveedores, para evitar errores que puedan perjudicar las prendas.
- Secado: Todos estamos al tanto de que las secadoras son un invento maravilloso que facilita la vida significativamente. El problema es que si no sabemos utilizarla correctamente, podemos hacerle bastante daño a las prendas. Es por ello que debemos saber si estas pueden secarse en la secadora o si es necesario secarlas de la forma tradicional. Las etiquetas y las instrucciones de los proveedores, siguen siendo nuestros mejores aliados.
- Planchado: En este aspecto es donde se pueden cometer más errores, podemos quemar o manchar la tela, dañar un estampado, entre muchas cosas más, por lo que hay que estar muy atentos. Las planchas suelen indicar los niveles de calor según las telas, sin embargo, siempre es bueno comenzar con la menor temperatura e ir probando. Hay piezas que no necesitan de la plancha, esto sólo nos lo dirán o las etiquetas o los proveedores.
El cuidado de los uniformes laborales no es tan difícil, siempre y cuando se sigan unos pequeños pasos que nos permitirán mantenerlos en el estado idóneo para ser la imagen de una empresa, no solamente para representarla de la mejor forma, sino porque a largo plazo es beneficioso para la economía del empleado, que debe gastar menos dinero en ropa laboral. Y también para la empresa, que mostrará mucha más estabilidad y seriedad ante clientes grandes, proveedores y consumidores individuales.