La ropa de trabajo ha cambiado notablemente en las últimas décadas. Uno de los oficios en los que podemos apreciar mejor este cambio es en el uniforme que llevan los camareros de los restaurantes.
En otro tiempo, no muy lejano, todos los camareros vestían igual. Pantalón negro, camisa blanca, zapatos de vestir negros. En los establecimientos de más postín, si a caso, complementaban la indumentaria con chaleco y pajarita. La chaquetilla de camarero era una prenda habitual, aunque no básica, frecuente en muchos restaurantes.
Era un uniforme fácil de conseguir. Muchos camareros tenían su propia ropa de trabajo y la utilizaban aunque cambiaran de restaurante. Digamos que era un uniforme gremial.
El mundo de la hostería ha cambiado en los últimos 20 años y, por tanto, han cambiado los uniformes. Antes, los restaurantes competían entre sí por la calidad y por el precio. Hoy, cada restaurante pretende ser diferente a la competencia. Cada restaurante propone una experiencia única al comensal que, en ocasiones, va más allá de la mera oferta gastronómica.
La diferenciación es la tónica dominante dentro de la hostelería. Esta diferenciación se traspasa al uniforme que lleva el personal. Ningún uniforme de sala es igual de un restaurante a otro. Encontramos sensibles diferencias que van desde el color de la ropa, hasta el diseño impreso que se ve sobre el pecho o la espalda de la camiseta o camisa del camarero.
Echando un vistazo a webs de ropa laboral como el de Unicat, una tienda de ropa de trabajo de Valencia, puedes ver como entre las prendas de los uniformes de sala hay camisetas, polos y camisas que bien podría llevar cualquiera de los clientes que van a comer al restaurante. Pero se trata del uniforme de los camareros. Todos visten igual. Dando una imagen relajada, cercana y de proximidad que conecta con la clientela.
Pasamos a ver cómo se está dando este cambio.
Últimas tendencias.
El periódico cántabro El Diario Montañés subraya que delantales y chaquetillas ganan protagonismo en la indumentaria de los camareros, pero con un diseño más urbano, acorde con los tiempos que vivimos. Son camareros a la moda.
El delantal, sin duda, es una de las prendas que ha ganado un protagonismo en la ropa que lleva el personal de sala. En otro tiempo, esta prenda se hubiera considerado vulgar, más propia de otros oficios como pastelero o dependiente de un ultramarinos. Pero hoy le da un toque fresco e informal al trabajador.
Llevar delantal, como llevar chaquetilla, tiene un sentido práctico. Protege la ropa del camarero de las manchas que pueda coger por el desarrollo de su actividad. Derrames de bebidas, roces con los platos que han usado los clientes, salpicaduras, etc.
Las chaquetillas que lleva el personal de sala son más parecidas a las que se usan en cocina. No es una prenda tan frecuente como los delantales, pero contribuyen a dar una imagen dinámica y todoterreno al camarero. Son camareros para todo. Qué igual te sirven las mesas, que te montan los postres o que hacen algunas pequeñas preparaciones en barra. El uso de estas chaquetillas en los comedores obedece a la reputación que han alcanzado los cocineros en las últimas décadas. El camarero es uno más del equipo del restaurante y el cliente es un invitado que acude a la casa del chef para degustar sus creaciones.
Otro de los cambios significativos en la indumentaria de los camareros de restaurante, es la ropa unisex. Hoy, los hombres y mujeres que trabajan en la hostelería visten la misma ropa. Lo que contribuye a derribar las diferencias de género.
Prima la comodidad, con prendas como las camisetas polo o las zapatillas deportivas tipo Sneaker, con las que soportar de pie las largas horas de trabajo. Las camisetas de algodón, con cuello a la caja, son otra de las prendas que han terminado por incorporarse.
El uniforme transmite la filosofía del local.
Hoy, todos los elementos que conforman un restaurante transmiten un mensaje al cliente. Cuando hablamos de todos, nos referimos a todos. No solo la carta. Estamos hablando de la decoración del establecimiento, de la iluminación y, cómo no, del uniforme del personal de sala.
Julen Bergatiños, propietario de un restaurante de cocina vasca, ubicado en el centro de Bilbao, cuenta al periódico La Vanguardia que decidió en su momento que todos sus camareros vistieran con un traje de chaqueta y corbata. Lo hizo para transmitir una sensación de sofisticación. Su restaurante está abierto al público, pero Julen quiere transmitir un sentido de exclusividad a todas las personas que se sienten a comer en su mesa. “Vestir de calle no es serio” – comenta Julen – “y no es lo que busco para mi restaurante.” La idea de Bergatiños es que toda persona que entre en su local sienta que está en un lugar de cierto nivel, ya no solo por la calidad de la comida, sino también por el trato recibido y por la indumentaria que usa el personal que le atiende.
Joan Camatxo, director de “Des Garçons de Café”, una empresa española que fabrica uniformes para hostelería, comenta que actualmente la gastronomía ha adquirido un sentido de creación artística. Los cocineros son los creadores de estas obras de arte, pero el personal de sala son los que las presentan al público. Por tanto, su imagen está estrechamente ligada al concepto gastronómico del restaurante. Los colores, los tipos de prendas y los tejidos deben estar en concordancia con la imagen del local.
Los diseñadores de Qooper, otra de las empresas textiles especializadas en prendas para la hostelería, cuentan que una de las tendencias que imperan en el sector es la de crear espacios desenfadados y acogedores, donde los clientes se puedan sentir cómodos, y esto, desde luego, se transmite a la indumentaria del personal de sala.
Características que debe tener la ropa del camarero.
Hasta ahora hemos hablado de diseño y tendencias, pero la ropa de los camareros debe cumplir una serie de criterios técnicos para que sea eficiente, puesto, que no nos olvidemos, estamos hablando de ropa de trabajo. Estas son sus características principales:
- Comodidad: Las prendas de los camareros deben ser ligeras y permitir una gran libertad de movimiento, ya que los camareros pasan muchas horas de pie, caminan largas distancias y llevan bandejas, recogen platos y vasos y están gran parte del tiempo moviéndose.
- Ropa transpirable: Es esencial que los materiales sean transpirables y frescos. El ritmo de trabajo en hostelería llega a ser intenso y las temperaturas en el restaurante, elevadas. Tejidos como el algodón o las fibras mixtas con propiedades transpirables ayudan a mantener el confort térmico.
- Facilidad de limpieza: Las manchas son frecuentes en el trabajo de sala. La ropa debe ser fácil de limpiar y resistente a lavados frecuentes sin perder calidad. Como sucede con tantos otros trabajos, los camareros disponen de dos o tres uniformes que van alternando para estar siempre pulcros. Esta ropa, cuando no la llevan puesta, está lavándose continuamente.
- Durabilidad y resistencia: La ropa debe estar fabricada con materiales resistentes al desgaste para soportar la actividad continua, especialmente en costuras y áreas de mayor roce, como el cuello y los puños.
- Un diseño práctico: Las prendas ha de tener bolsillos amplios y bien posicionados. Son fundamentales para que el camarero pueda guardar en ellos libretas, bolígrafos o utensilios de trabajo sin que interfieran en sus movimientos.
- Ajuste adecuado: Las prendas deben ser de talla ajustable o fácilmente adaptables al cuerpo para evitar caídas de pantalones y otras situaciones incómodas que interfieran en el desarrollo de los servicios.
- Propiedades antideslizantes en calzado: Este es un aspecto importante. Los zapatos deben incluir suelas antideslizantes para reducir el riesgo de caídas en suelos resbaladizos como las cocinas o el pasillo que hay detrás de la barra del bar.
- Resistencia a los olores: Trabajar con alimentos y bebidas genera exposiciones continuas a olores fuertes. Algunos tejidos específicos minimizan la absorción de olores, favoreciendo la frescura de la prenda.
- Ligereza del calzado: Los zapatos deben ser ligeros y de diseño ergonómico para evitar la fatiga en los pies y proporcionar comodidad en los largos turnos de trabajo.
- Cierre fácil y seguro: Las prendas deben tener cierres seguros, pero sencillos de manejar para evitar enganches o accidentes mientras se sirven mesas.
El uniforme no se pierde.
Aunque exista una tendencia a presentar una imagen cada vez más informal dentro del personal de sala de los restaurantes, la necesidad de tener a todo el personal de sala uniformado es indispensable.
El uniforme es un elemento útil para los clientes. El comensal debe identificar de un solo vistazo a los trabajadores del restaurante para reclamar su atención y recibir un servicio adecuado.
Por otro lado, tener a todos los trabajadores uniformados contribuye a crear la sensación de equipo. Algo que es positivo tanto de cara a los trabajadores como de cara al exterior.
La hostelería ha cambiado bastante en los últimos años y, en correspondencia, también lo ha hecho el uniforme de los camareros, pero como vemos, sigue siendo un elemento indispensable.