Suele decirse que, como regla general, el aumento del número de negocios en un sector determinado no es del todo positivo para los clientes. Es cierto que es una noticia muy buena el hecho de no tener un mercado monopolista y que los precios puedan regularse así de un modo mucho más acorde a los intereses del cliente. Pero el exceso también puede llegar a resultar un problema. El aumento del número de posibilidades para adquirir un bien o un servicio hace que el cliente pierda tiempo en el análisis de cada una de sus opciones. El cliente entonces tiene que decidir qué perder: si tiempo o dinero. Si se ve en esa tesitura, puede llegar el caso en el que no se decante por ninguna y decida no adquirir el producto.
Una situación así es la que tenemos en España con los dentistas. En efecto, el número de dentistas ha aumentado en nuestro país de un modo que nadie jamás hubiera podido imaginar. El diario El Independiente lo dejaba bien claro con una publicación en septiembre del año pasado, titulada “sobran dentistas”. En el artículo aparecen cifras y reflexiones que son muy interesantes: en cuanto a las primeras, destaca el hecho de que la Organización Mundial de la Salud recomienda que haya un dentista por cada 3.500 habitantes y en España tenemos 1 cada 1.200. En lo que respecta a las reflexiones, destaca la de Antonio Montero, presidente del Colegio de Odontólogos de Madrid, que asegura que “no hay ningún control por parte de las universidades que otorgan los títulos de odontología y no hay sitio” para esos nuevos dentistas.
La cuestión es de la máxima importancia teniendo en cuenta las cifras relativas a los problemas dentales que sufren los ciudadanos de este país. En concreto, hasta tres de cada cuatro españoles tienen algún tipo de problema bucodental, tal y como asegura El Heraldo. Es evidente que en esta sociedad hacen falta dentistas como en la que más, pero no es menos cierto el hecho que comentábamos con anterioridad: que haya cada vez más dentistas no tiene nada que ver con que haya menos problemas relacionados con nuestros dientes o con nuestra boca.
Es más, suele ser contraproducente. Cuantas más posibilidades, más opciones de no dar en el clavo. Internet, en ese sentido, ha jugado su papel. Multitud de personas buscan cada día la solución a sus problemas gracias a la red porque es un medio cómodo, fácil de utilizar y barato. Además, permite comparar entre diferentes posibilidades sin necesidad de perder demasiado tiempo, algo que, como hemos visto anteriormente, lastra buena parte de las intenciones de la gente para buscar ayuda en lo que se refiere a sus problemas dentales.
La red se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en el medio más utilizado por la gente para dar con el dentista o la clínica adecuados. Una entidad como la Clínica Dental Olivares, por ejemplo, es una de las que más peticiones recibe a través de Internet de toda España. Sus profesionales son quienes mejor saben cómo ha crecido el número de personas que han pasado a confiar en Internet para una misión tan importante como lo es cuidar o recuperar la salud bucodental.
Será la única alternativa en el futuro
Dentro de tan solo unos años, la totalidad de los clientes no sólo de las clínicas dentales sino también de un amplio abanico de negocios contactarán con las tiendas a través de Internet. Las clínicas dentales ya se han introducido en ese mundo y han conseguido hacer mucho más fáciles las cosas para una población que sigue y seguirá necesitando sus servicios. En efecto, muchísima gente, no sólo española sino de cualquier nacionalidad, tiene problemas con sus dientes.
El dolor de dientes o de muelas es uno de los más molestos que un ser humano puede llegar a soportar. Afecta no sólo a la zona relativa a la boca. También puede extenderse a otras zonas del cuerpo como lo es la cabeza. Sólo imaginad o recordad un dolor de muelas o dientes al mismo tiempo que un dolor de cabeza. Se trata, sin lugar a dudas, de una experiencia insufrible. Evitarla puede estar a una distancia que equivale exactamente a un clic.