La cocina es una de las dependencias de la casa que más reformamos; sin embargo, también es una de las que más quebraderos de cabeza nos dan. Las modernas cocinas modulares resuelven muchos de los problemas que acarrea actualizar una cocina.
Cuando vamos a una tienda de muebles para buscar ideas sobre cómo amueblar la cocina que queremos reformar, nos preguntamos: ¿Cómo vamos a encajar la cocina de la tienda en nuestra casa?
Es una pregunta lógica. Ninguna cocina es exactamente igual. Y menos con las mismas dimensiones que la exposición de la tienda de muebles que hemos visitado. Tampoco está del mismo modo equipada. En la tienda, el fregadero está a la derecha de la vitrocerámica, mientras en nuestra casa está a la izquierda y unos centímetros más lejos, casi pegado a la pared. En la exposición nos propone colocar el frigorífico al final de la encimera, nosotros queremos que esté en una pared aparte. Sin integrarlo en el mobiliario.
Aun haciendo todos los ajustes que consideramos oportunos, encargamos la cocina, la llevamos a casa, o nos la llevan, y la montamos. Pero nunca queda igual que en la tienda. Eso nos frustra. Nos da la sensación de que hemos perdido el tiempo y de que hemos tirado el dinero.
Una cocina, como todo lo que pongamos en nuestra casa, es algo personal. Ya no solo por las dimensiones de la habitación. Si no por nuestros gustos, nuestros hábitos, el uso que vayamos a darle a la dependencia. Entonces, ¿por qué narices tenemos que ajustarnos a las opciones que nos da la tienda de muebles? Puede ser que ninguna de ellas nos convenza.
Las cocinas modulares ofrecen un nivel de personalización y de adaptación a las condiciones concretas de la casa que no encontramos en otros diseños de cocina.
Hay tantas cocinas como tipos de usuario.
La Revista Interiores nos presenta en uno de sus reportajes 17 diseños de cocina diferentes, cada uno de ellos indicado para un tipo de usuario, unos gustos decorativos distintos y unos metros útiles disponibles.
Y es que siendo objetivos, no necesita la misma cocina, un chico joven, que vive solo, y que solamente va a casa a dormir, que una familia con niños que hace una vida más hogareña.
También, en el tipo de cocina influye lo que nos guste cocinar y cómo cocinamos. Mientras que para algunas personas, cocinar es una afición en la que despliegan toda su creatividad y con lo que disfrutan, para otras es un trámite necesario que hay que hacer, porque no tenemos más remedio que comer para vivir.
En los últimos tiempos se han puesto de moda las cocinas abiertas. Son espacios indicados para aquellas personas a las que les gusta socializar. Que disfrutan dando a probar sus platos mientras los están haciendo o que descorchan una botella de vino, mientras están metidos en faena. Para otras personas, en cambio, las cocinas abiertas, además de que son más sucias, les distraen a la hora de cocinar. Prefieren más intimidad. Tener las condiciones adecuadas para concentrarse en lo que están haciendo.
Por otro lado, mientras mi abuela y mi madre siempre han hecho vida en la cocina, incluso reunían a la familia en ella para comer. Yo que he tenido hijos, nunca he comido o desayunado allí. No es porque las cocinas de los pisos donde he vivido sean más pequeñas. Simplemente, es porque es un sitio que no me llama. Para mí, la cocina es un lugar de trabajo. Para socializar ya tenemos el comedor.
¿Qué debes tener en cuenta para amueblar una cocina?
Aparte de considerar tus gustos y tus hábitos de vida, el blog de la cadena de hipermercados de bricolaje, Leroy Merlin, señala que la clave está en planificarlo todo con antelación.
Y es que lo primero que tenemos que hacer, antes de nada, es tomar medidas. No podemos presentarnos en una tienda de muebles al tun-tun. Debemos haber medido las paredes donde queremos colocar los muebles. La distancia que tenemos entre los fogones y fregadero. Los metros cuadrados de la habitación, por si queremos poner una isla en el centro o colocar una mesa. Debemos asegurarnos de que tenemos espacio suficiente para trabajar con comodidad.
Si optamos por mover el fregadero de sitio, debemos tener en cuenta que tendremos que hacer trabajo de fontanería. Llevar el agua hasta el lugar señalado y acondicionar el consiguiente desagüe. ¿Estamos capacitados para ello o necesitamos la ayuda de un profesional?
Ten en cuenta que muchas veces nuestros proyectos de diseño, sobre todo en la cocina y en el baño, no son factibles o se salen de nuestro presupuesto. Si vamos a hacer cambios en profundidad, es recomendable contar con la opinión de un profesional. Aunque luego el trabajo lo vayamos a hacer nosotros.
Tenemos que tener en cuenta la salida de humos y el punto de ventilación. Para prevenir humedades y malos olores, una cocina debe estar ventilada. Debemos pensar donde queremos colocar los electrodomésticos. ¿Tenemos un enchufe cerca? En el caso de instalar un lavavajillas o de poner la lavadora dentro de la cocina, debemos disponer, además, de una salida de agua.
El caso es que antes de encargar los muebles, debemos tener la cocina diseñada sobre el papel como si fuera un plano. Aunque la cocina nos la hicieran a medida, nuestro plano es el punto de referencia.
El incordio de montar los muebles.
Los técnicos de Modular Cocinas, una fábrica y tienda de muebles de cocina de Castellón de la Plana, que llevan trabajando en el sector desde 1993 y se han especializado en la actualidad en cocinas modulares, subrayan que lo ideal sería recibir los muebles montados en la puerta de tu casa y que tú solo te dedicaras a ensamblarlos, según el diseño que habías acordado previamente.
Para ahorrarnos algo de dinero, muchos acudimos a hipermercados que se rigen con la filosofía de “móntatelo tú mismo”. Esto es como decir: “estás perdido a tu suerte”. “Búscate la vida”. Al final, esa bonita cocina que habías imaginado depende de tu habilidad para montar los muebles e instalarlos adecuadamente.
Aunque nos seduzca el bricolaje, muchos de nosotros realizamos una actividad bastante diferente a montar muebles. Nos imaginamos que con un par de martillazos está todo arreglado. Pensábamos que eso de montar muebles es un trabajo sin cualificar, que cualquiera puede hacerlo. ¡Qué equivocados estamos! Cuando nos encontramos metidos en faena nos acordamos del noble oficio de los montadores de muebles. ¡Quién los tuviera a mano en ese momento preciso!
En mi caso, no me considero un patoso. Se me daban bien los trabajos manuales cuando iba al colegio. En la adolescencia trabajé un verano en una fábrica. Pero el hecho es que cada vez que me pongo a montar muebles, sudo la gota gorda. Me esfuerzo en seguir las instrucciones de montaje, pero el mueble nunca queda perfecto. Consigo cogerle el tranquillo cuando estoy montando el último mueble. Le he dedicado toda la mañana del sábado a montar la cocina. Lo que menos me apetece es volver a empezar desde el principio.
Si vives solo en casa, al final apechugas con lo que te ha salido. Pero si vives con tu mujer, ten en cuenta que te echará en cara la chapuza que has hecho en el momento menos pensado.
La solución de las cocinas modulares por encargo.
Las cocinas modulares por encargo son muebles de cocina fabricados en módulos, que encajan a la perfección en el diseño que has presentado en la tienda. Dependiendo del distribuidor, los módulos ya vienen montados, y lo único que queda es encajarlos.
Es recomendable encargarlos en una tienda que al mismo tiempo sea fábrica. Por eso de que se adapten a la perfección, a las dimensiones de la cocina. Hay veces que es necesario fabricar algún módulo a medida, para conseguir un encaje perfecto. Como ya hemos dicho, en la práctica no funcionan las medidas estándar.
Algunas webs de estas tiendas tienen incorporado un programa que permite diseñar la cocina online. Como si estuvieras montando un rompecabezas, dejas planificada la cocina en la página web, de forma que le llegue a la tienda perfectamente organizada. No olvides que el diseño está dirigido por ese croquis que dibujaste con las medidas. Si te equivocas, la responsabilidad es tuya. No es agradable que la tienda te prepare el pedido, o que haya tenido que fabricar algún módulo a medida, y al final la cocina no quede como esperabas.
Muchas de estas tiendas ofrecen asesoramiento especializado. Los dependientes guían al comprador sobre los materiales, acabados y pautas de diseño para que el resultado final satisfaga sus necesidades y se aproxime lo máximo posible a la idea inicial.
Este tipo de cocinas ofrecen un nivel de personalización mayor que las cocinas prefabricadas. Podemos cambiar colores, introducir embellecedores, cambiar las fornituras. En definitiva, conseguir una cocina única en todos los aspectos.
Si hemos hecho bien todo el trabajo de diseño, solo nos queda ensamblarla.


