La llama de una vela produce una luz cálida que atrapa. Contemplar la llama en su firme pulso por mantenerse encendida, puede mantenerte mirando durante el tiempo que dure la vela. O hasta que decidas apagarla.
Durante décadas, su misión fue la de iluminar las estancias por la noche. Ahora, son un elemento decorativo o espiritual que la gran mayoría conoce y utiliza. Sea para alumbrar una cena romántica, ahuyentar mosquitos o iluminar el alma durante la meditación, las velas siempre están presentes.
Las iglesias siguen plantando sus cirios en el altar para contentar a sus santos. Los místicos para crear un ambiente relajado y cálido. El resto de mortales, para decorar sus hogares o incluso, aromatizarlos. Velas de mil formas y colores, velas con aromas que eliminan los olores y velas con un fin específico.
Como sucede hoy día con la gran mayoría de cosas, contamos con infinidad de tipos y variedades de un mismo artículo. En el caso de las velas, no podía ser menos, como nos comentan los compañeros de Velas Mas Roses. En el mundo de las velas, podemos encontrarlas de todo tipo: para candelabro, votivas, naturales, para centros de mesa etc.
Colores, formas, tamaño, diseño o tipos de cera. Puedes elegir la que más te guste como elemento decorativo. Con sus accesorios aparte para crear espacios únicos y llamativos o discretos, según preferencias de cada uno.
En cuanto a los tipos de velas que podemos encontrar, teniendo en cuenta la forma ya se puede diferenciar entre velas votivas, de pilar, cónicas, para aromaterapia y decorativas propiamente dichas.
Las primeras de la lista, son aquellas que de forma cilíndrica o cuadrada van introducidas en un plástico o cristal, no producen humo y se apagan solas cuando se quema la cera.
Esas velas largas de forma redonda o cuadrada y aspecto resistente son las conocidas como velas de pilar. Varían en altura y pueden tener texturizados sus lados o ser simples y lisos. Al tener más cera, permanecen ardiendo más tiempo.
Cuando vemos un candelabro con sus esas velas largas y afiladas, podemos decir que estamos ante velas cónicas. Son las de las más conocidas y utilizadas habitualmente.
Para eliminar olores y generar una nueva fragancia en las estancias, las velas de aromaterapia son las más usadas. El ambiente que se crea al encender una de estas velas, no solo aporta luz y calidez, embriaga con los sutiles aromas que desprende. Existen infinidad de colores y aromas. Sin duda, son las más utilizadas a nivel general. Puedes adquirirlas prácticamente en cualquier lugar sin necesidad de ir a tiendas especializadas.
Aquellos que buscan diseño tienen velas decorativas de todo tipo. Tamaños, colores, texturas y formas que aportan un toque distinguido o divertido a esa estantería. Normalmente no se suelen prender debido a que son eso, decorativas.
Más velas
Conocidas como velas antimosquitos, cuya utilidad es dudosa para la gran mayoría, tenemos las velas de citronella. El aroma particular que desprende, se cree repelente de mosquitos. Lo más probable es que sea el humo que genera al quemarse el que tenga ese efecto repelente. En cualquier caso, el aroma que desprenden resulta agradable, por lo que su utilidad certera o no, pasa a un segundo plano.
De aspecto sencillo, pero con una llama que produce luz cálida, las velas de soja son una opción animalista. Se trata de un producto ecológico, vegano y alejado de los productos de origen animal en su fabricación. Su presentación es similar a la de las velas votivas ya que van dentro de un recipiente de cristal. Su mezcla con otros ingredientes puede dar lugar a otro tipo de velas como las de pilar. También pueden mezclarse con otras ceras como la parafina, para crear, otro tipo de velas.
Las favoritas de los vegetarianos y veganos pese a que para su producción se requieren millones de abejas: velas de miel. Totalmente naturales, con un aspecto vistoso y amarillo que semejan una colmena, su mayor atractivo son las propiedades que poseen.
Los beneficios de encender velas pueden ser variados. Sin embargo cuando se encienden velas de miel, generas una luz muy similar a la natural. No producen toxicidad puesto que no llevan añadidos químicos entre sus componentes. Reducen los contaminantes presentes en el aire. No producen cera al quemarse por lo que son más seguras que las de parafina que gotean y pueden quemarte.
Meditar con velas
De las muchas utilidades que tienen las velas, la meditación es una de ellas. Rodearse de velas para crear un ambiente sereno y relajado, donde no haya necesidad de luz natural.
El simple hecho de observar la llama ya mantiene la atención en otro nivel. De ahí que muchas técnicas de meditación ya pasen por hacerlo mediante la vela de una llama. Contemplar la vela arder relaja, aumenta la concentración y minimiza el estrés del momento. Los beneficios de la meditación a medio plazo, ayudan a gestionar los conflictos de la vida diaria.
Iniciarse en el mundo de la meditación con las velas, es una de las mejores formas de hacerlo. Para ello, debes empezar por adecuar el espacio, una habitación a oscuras, en la que no haya corrientes es el escenario ideal. Colocar la vela en un lugar a la altura de los ojos y sentarse en frente, a un metro de distancia. Si a la luz parpadeante, añades los aromas que desprenden, podrás potenciar los efectos relajantes e incluso cambiar tu ánimo.
La esencia de este tipo de meditación es simple: observar la llama y centrarse únicamente en ella. No debe haber otros pensamientos. Solo observar y respirar profunda y pausadamente. Se recomienda empezar con unos pocos minutos e ir aumentando el tiempo.
Como cualquier tipo de meditación, es cuestión de práctica. Lo importante es ser constante y crear el clima adecuado.
Las velas son artículos que todo el mundo utiliza con algún fin, la meditación es uno de ellos. Pero si solo quieres crear un ambiente relajado y estar en calma, sin duda las velas pueden ayudarte. La compañía de la llama de una vela, una taza de café o una copa de vino y un buen libro para leer, a la luz de las velas, puede ser una gran velada.