Últimamente, no sé si por casualidad, conjunción astral o porque está de moda, me rodean los divorcios. Mi prima se separa, mi mejor amiga, unos amigos de mis padres, etc. Creo que en total tengo al menos 6 divorcios rondando a mi alrededor y espero que no sea una epidemia. Normalmente divorciarse sale caro, los abogados aprovechan este trámite para sacar buenos beneficios y el papeleo tampoco es barato. Este abogado de separación en Valencia podría ser una buena opción porque cobra 250 euros por divorcio, todo incluido. Y eso, creedme, es muy barato.
Así que, debido a las circunstancias y el contexto que me rodea, hoy os he encontrado a un abogado de divorcios económico, se trata de Bernardo J. Ferrer Navarro y tiene su bufete de abogados en Valencia.
Lo que ofrece este abogado es un divorcio de mutuo acuerdo por 250 euros, eso sí, como no haya acuerdo la cosa asciende bastante así que por el bien de la economía de ambos cónyuges yo os aconsejo sentaros delante de una botella de vino y conversar todo lo que haga falta para tener un punto en común por donde empezar a negociar trámites, custodias de niños, reparto de bienes y manutención si hiciera falta.
Ahora bien, con respecto a si hay más o menos divorcios ahora que antes la cosa depende de a quien le preguntes. Según la agencia Reuters los divorcios disminuyeron en España un 2,6 por ciento en 2015 pero según el país, el número de divorcios creció un 5,57% en 2015 en España con respecto a 2013. ¿Cómo te lo comes? Además dicen que las vacaciones favorecen los divorcios así que ahora que vamos de cara al verano la cosa se va a poner calentita.
Los tres momentos con más divorcios del año
Por lo visto hay tres momentos cumbres en los que se suelen dar más divorcios a lo largo del año. Son unas fechas que destacan más que otras, y habitualmente, van asociadas a los periodos vacacionales. El número uno de este ranking se encuentra en el mes de septiembre. Las relaciones no aguantan las vacaciones estivales y la obligada convivencia trae consigo discusiones y peleas. Además, como en todas las vacaciones es un momento que se aprovecha para pensar en uno mismo y tomar decisiones personales fuera de las rutinas y preocupaciones del día a día.
Las Navidades a pesar de ser las fiestas de la familia por excelencia también son fuente de numerosos divorcios. Muchas parejas en crisis no llevan bien la convivencia y esas celebraciones con la suegra o el cuñado no sirven de ayuda. A todo ello se unen los propósitos de año nuevo para mejorar nuestras vidas que, en muchos casos, incluyen empezar de nuevo en lo personal.
En el tercer puesto particular del ranking tenemos el mes posterior a Semana Santa (depende de cuando caiga cada año). Este periodo de vacaciones también hace que muchas parejas tomen la decisión de divorciarse iniciando su particular periodo de penitencia para los miembros de la pareja.
De todo ello se extrae una conclusión muy simple y es que las parejas sin capaces de aguantar un tiempo de crisis y que se aferran a sus rutinas diarias para no tener que tomar la desagradable decisión de romper la relación. Es cuando no tienen más remedio que estar juntos cuando tienen que afrontar la realidad de su relación.
