Con la llegada de la primavera, y en plena ruta a las vacaciones de Semana Santa, empezamos a ver cómo el calor empieza a golpear nuestra piel cada vez con más fuerza. Y esto es algo realmente agradable, ya que con el calor hay más luz y se pueden hacer actividades especiales de esta época del año.
Para muchos la primavera es la mejor época del año, ya que está a medio camino entre el calor del verano y el frescor del invierno. En esta época del año las plantas florecen, las praderas y los montes se llenan de vegetación, y los ríos empiezan a aumentar su caudal debido al deshielo. Todo esto hace que la vida parezca mejor, y esto se demuestra con aquel dicho que reza “la primavera la sangre altera”.
Prepararnos para el verano es fundamental, y para ello lo que tenemos que hacer es proteger en primer lugar nuestros hogares. Debemos de comprobar que los instrumentos que nos alejan del sol están plenamente operativos, y en el caso de no tenerlos, tenemos que buscar soluciones para evitar que el sol entre en las habitaciones sin filtro.
La manera más fácil de evitar que el sol entre a las habitaciones es el toldo, una tela que absorbe los rayos perjudiciales para la piel, y elimina también la luz de las habitaciones para que no aumente la temperatura. En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los diferentes tipos de toldo que existen, y cuándo utilizar uno u otro.
Los tipos de toldos más utilizados
En primer lugar, uno de los toldos más utilizados es el Toldo de capota, ya que es el sistema utilizado para la instalación en ventanas pequeñas. De forma semicalva o cuadrada, hay a su vez dos tipos, los toldos fijos, que mantienen siempre la misma posición, y los móviles, que tienen la posibilidad de recogerse, ya que se componen de varios aros.
En segundo lugar, están los toldos de brazos articulados, que son toldos enrollables y de brazos extensibles, que pueden alcanzar hasta una inclinación de 90º, consiguiendo así una gran precisión y estabilidad. A la vez que se va recogiendo el toldo, se van plegando los brazos y enrollando la tela. De este modo el toldo queda recogido, de tal manera que ahorra espacio en la fachada.
En tercer lugar, otro de los toldos más usados es el de balcón, este tipo de toldos poseen brazos abatibles fijados a la barandilla o dejados en caída. Este sistema permite colocar el toldo en dos posiciones: proyectada o vertical. La proyectada facilita la visión hacia el exterior y la entrada de aire. Además, evita el sobrecalentamiento en el balcón. Y a vertical proporciona una mayor protección y resistencia contra la lluvia y el viento. Permite un mayor cerramiento.
Qué medida utilizar
Para saber qué medida es la que necesitas para tu toldo tienes que medir tanto el ancho como la profundidad del toldo. Las medidas de los toldos van en ese orden: la primera cifra se refiere al ancho y el segundo, la profundidad.
En terrazas y balcones mide el ancho del espacio donde lo vas a instalar y según el tipo de toldo. Para toldos de brazos abatibles: mide el largo que quieres que tenga. Como los brazos están en relación con el largo que el toldo puede conseguir abierto, si tu balcón es muy ancho, quizás debas seccionar el espacio y poner dos toldos en lugar de uno. Para toldos de brazos fijos, la longitud del toldo será desde el punto de anclaje hasta la que proyecta con los brazos extendidos. En general, puedes elegir el tamaño de toldo que necesites, desde medidas estándar que comienzan con un ancho de 2,5 m hasta toldos hechos a medida.
Aspectos a tener en cuenta al elegir un toldo
La protección solar es el principal, ya que se trata de la protección frente a los rayos UV (también conocidos como rayos ultravioleta o radiación solar) e infrarrojos. El toldo elegido deberá ser una buena pantalla entre el sol y nosotros. La tela debe ser de buena calidad para bloquear entre el 90 y el 99% de los rayos UV, y los infrarrojos, evitando la sensación de calor, con lo que se logrará regular y limitar la temperatura y conseguir un mayor ahorro de energía.
El color influye mucho en esa protección: cuanto más oscuro sea el color de la lona, más alto será el porcentaje de los rayos filtrados, pero también mayor será la oscuridad que ocasione en el interior del hogar. Las telas microperforadas son las que mayor protección ofrecen, permiten una microventilación entre el interior y exterior del toldo evitando, así, el efecto invernadero.
En cualquier caso debemos de acudir a especialistas en toldos, como es el caso de Aluminios Villafontana, una empresa especialista en la fabricación e instalación de todo tipo de ventanas, cerramientos y puertas de aluminio, toldos y persianas ubicada en Madrid, que cuenta con una amplia y dilatada experiencia en el sector del aluminio, lo que les permite asesorar de la mejor manera posible.