Creo que pocas cosas me gustan más que poder personalizar mi espacio, sea de trabajo o mi propio hogar. Desde que soy mamá, además, también tengo la oportunidad de poder expresarme creativamente a la hora de decorar la habitación de mi peque.
Por otra parte, decorar una habitación infantil es un mundo completamente nuevo, ya que la temática infantil te da la posibilidad de jugar con diferentes formas y colores para conseguir espacios completamente mágicos.
Disfruté mucho del proceso de recopilar ideas y tratar de plasmar la personalidad de mi peque en su habitación.
Hace poco que había estado en casa de una amiga en Copenhague. Ella tenía dos hijas y casi se me cae la baba cuando veo su habitación. Era preciosa, un estilo muy medido y elegante, pero al tiempo era increíblemente lúdico y original. Saqué muchas ideas de ella y las apunté todas en un diario para no olvidarlas.
Las Formas Geométricas, la Última Tendencia en Decoración de Habitaciones Infantiles
Una de mis ideas favoritas es la de añadir elementos geométricos. Me gusta mucho pintar a mediar o en forma de zigzag. Al fin y al cabo, las paredes se convierten en grandes lienzos en blanco en los que experimentar con el estilo que más nos guste.
Como soy una enamorada de las ballenas y a mi pequeño también le encantan hice un modelo para hacer con vinilo una enorme ballena que contuviera una historia en su interior y un par de medias lunas.
Puede que esto fuera lo que más tiempo me llevó, pero el resultado mereció la pena con creces.
A día de hoy, una de las principales tendencias son los papeles pintados y vinilos infantiles. También pinar las paredes con diferentes formas y jugar con diferentes colores.
También me dieron la idea de delimitar el espacio y crear mini-zonas acogedoras dentro delas habitaciones infantiles, así como un rincón de juegos. Cuando son más pequeños es buena idea crear espacios pequeños que les sean familiares y acogedores, esto les reconforta y se sientan más relajados para jugar.
Lo cierto es que la idea de delimitar el espacio fue una buena opción y parecía que la habitación ganaba también en amplitud de este modo.
Tenía claro, como influencia de la decoración nórdica que quería añadir ciertos elementos a la habitación como un pequeño tipi para que mi peque jugase todo lo que quisiese y le ayudase a hacer volar su imaginación.
Una vez pintada el resto era más sencillo, como las paredes tenían tanta presencia apenas necesitaba colgar ningún cuadro, aunque puse alguno muy sencillo. Otra de las cosas que sabía le iba a gustar a mi peque fueron las lámparas.
Me decidí por diferentes opciones, unas con forma de estrella y otras con forma de animales que terminaron de darle el último toque a ese universo completamente personal en el que se había convertido la habitación de mi peque.