Cuando una persona muere, el dolor y la tristeza invade a la mayoría de sus familiares y amigos. Comienza un periodo de duelo que no es nada sencillo de vivir y, en muchas ocasiones, además de afrontar la parte emocional del acontecimiento, también hay que gestionar cuestiones burocráticas como es el caso de las herencias y, con ellas, los conflictos de intereses. Aunque convencionalmente la familia ha sido una institución sagrada que, en teoría, debería de estar unida en estas situaciones; la realidad es muy diferente. Muchos implicados no se llevan bien entre ellos, o su interés está por encima de su cordialidad y, es por ello, que surgen conflictos muy desagradables.
Si te encuentras pasando el duelo por la muerte de un familiar, ¡mucho ánimo! Si no te apetece tener que lidiar con discusiones o peleas, te aconsejamos que leas este post pues, en él, abordaremos algunos consejos y herramientas para que todo vaya lo mejor posible.
Situación previa ideal: partir de un testamento claro
Aunque hay muertes que suceden de manera inesperada y es imposible planificar con antelación una cuestión tan delicada como es la herencia, cuando una persona llega a cierta edad, el hecho de escribir un testamento puede ayudar mucho a sus familiares a que su muerte no vaya acompañada de discusiones por herencias. Por este motivo, la situación previa ideal siempre es partir de un testamento claro escrito ante notario en el que el fallecido deje claros sus deseos, pero comprendemos que no siempre es así.
Infórmate sobre los procesos legales relacionados con las herencias
Para tener claro en qué consiste el proceso de una herencia, es importante conocer las leyes que las delimitan en cada país. En este sentido, en el caso de España, te recomendamos que consultes la página web oficial del Gobierno de España en su sección de Sucesiones o Herencias, donde encontrarás información sobre todo lo relacionado con el tema.
Nombra a un albacea
La Real Academia de la Lengua Española define «albacea» como una «persona encargada por el testador o por el juez de cumplir la última voluntad del fallecido, custodiando sus bienes y dándoles el destino que corresponde según la herencia». Si, como decíamos hace un momento, el fallecido no ha dejado un testamento claro ni tampoco un albacea designado, es muy probable que se requiera nombrar a alguien para que se encargue de administrar todo lo tiene que ver con la herencia.
Obtén una evaluación profesional de lo que hay a repartir
Es importante recopilar todos los bienes y activos que hay que repartir en una herencia, los cuales pueden: ser objetos, propiedades, cuentas de banco, etc. Después, habrá que contratar a un tasador o perito, que es la persona mejor preparada para evaluar el valor de una herencia de manera objetiva y profesional. Una vez completado este paso, se emitirá un informe de valoración, el cual es importante poseer también para temas legales o fiscales.
Sé comunicativo/a en lo que refiere a tus deseos
En general la comunicación es una cuestión imprescindible en este momento de duelo para todo el mundo. No obstante, también debes tener en cuenta tu sensibilidad y la de tus seres queridos con respecto al tema, y respetar los tiempos de cada persona. Consulta con tus familiares cuáles son sus deseos con respecto a la lista de bienes y activos del fallecido, y tenlos en cuenta antes de iniciar la repartición.
Contrata un servicio de abogados
Como estamos viendo, todo el proceso de repartir una herencia es bastante complejo en términos legales y, por ello, un abogado profesional puede facilitarte mucho las cosas, ya que te ayudará a comprender las leyes sin que tengas que comerte tú mismo/a los sesos. Asimismo, en caso de que los familiares no logren ponerse de acuerdo, los abogados suelen servir como mediadores en el conflicto y actúan como protectores de intereses de manera objetiva. Por no hablar de lo útiles que pueden llegar a ser en todo lo relacionado con las cuestiones de documentación legal o plazos. En esta línea, desde FCC Abogados recomiendan optar por un servicio integral de abogados, para administrar, hacer crecer, preservar y transmitir el patrimonio de los implicados, ya sean bienes muebles, inmueble, o activos financieros, a través de una planificación financiera integral que abarque distintos aspectos, desde la inversión, la elección de la forma jurídica hasta la gestión del riesgo.
Por último, te recomendamos que seas empático y paciente con los demás. No todo el mundo afronta la muerte de un ser querido de la misma manera, así que, para evitar problemas en lo relacionado con la herencia, también será importante que comprendas la carga emocional de la situación.
Esperemos que este post te haya servido de ayuda. ¡Mucho ánimo y suerte!