Comenzar un nuevo negocio es siempre una gran aventura. Se necesita de un capital, de un proyecto que no solamente sea rentable, sino que nos permita abrirnos un hueco en un mercado atractivo.
El éxito de los negocios, depende de muchos factores, pero ofrecer cosas nuevas y atractivas, siempre es motivo de curiosidad por parte del consumidor, por lo que de hace un tiempo para acá, los emprendimientos que tienen que ver con la joyería han comenzado a repuntar y a buscarse un espacio en un mercado que pudiera parecer complicado.
Para entender el por qué de la complejidad del mercado joyero, conversamos con el equipo de Joyería Lorena, quienes desde su experiencia nos hablarán del mercado actual de la joyería.
Joyería para jóvenes
En muchas familias hay una joya que ha pasado de generación en generación y que se guarda como un tesoro invaluable, no solamente por el valor que pudiera tener a nivel monetario, como por el valor sentimental de las piezas.
El problema está en que la generación de los Millennials, a la cual pertenecemos muchos, no está interesado en continuar con la tradición familiar de compra de joyería de lujo para heredar. Nuestra generación suele vivir más en el momento y eso quiere decir que lo que pudiéramos gastar en una joya costosa, preferimos gastarlo en, por ejemplo, un viaje.
Esto no significa que no apreciemos la belleza de una buena joya o que no vayamos a valorar las que nos han sido heredadas, significa que lo que antes podía ser una inversión familiar para comprar una joya, hoy para nosotros no es indispensable. Sobre todo porque por el mismo ritmo de vida que llevamos, es muy poco probable que queramos estar con piezas de demasiado valor en el metro, caminando por las calles, en la universidad o la oficina.
También hay que considerar el aspecto económico. En otros tiempos donde la crisis económica mundial no era tan grave, comprar una joya de lujo podría no representaba un gran golpe en la economía del comprador. Mientras que hoy en día, comprar una joya, que puede costar lo mismo o más que un coche, es algo que a los Millennials nos puede afectar enormemente; preferimos lo funcional a lo eterno.
Siendo así, ¿por qué el mercado joyero es una buena opción de negocio? Pues porque precisamente no estamos buscando una joyería de lujo que podamos heredar a las futuras generaciones, sino piezas actuales, con las que nos sintamos identificados y que podamos utilizarlas constantemente, pues están adaptadas al ritmo de vida actual. Por ello, si queremos emprender en el mundo de la joyería, debemos diseñar para un público joven, activo y en movimiento.
Diseñadores emergentes
La generación de los Millennials, no solamente es una generación que a nivel académico es de las mejores preparadas, sino que es la generación de los emprendedores. No solamente con la finalidad de independencia y de trabajar en proyectos que disfruten, sino también por la intención de hacer bajo nuevas características que se adapten más y mejor a la vida actual.
Un negocio que esté liderado por gente joven, no tendrá la misma estructura ni filosofía que tiene como líder de una empresa a un adulto de 70 años, por ello, en la joyería los diseñadores emergentes, son un soplo de aire fresco para el mercado.
Los diseñadores emergentes e independientes, al no responder a ninguna gran firma, pueden no solamente experimentar con diferentes materiales, sino jugar con el diseño y adaptarlo al público al que quieren llegar. Un mismo diseñador emergente puede hacer una línea de joyería de lujo o joyería simple y utilizable todos los días.
Una gran ventaja de los diseñadores emergentes es que suelen tener piezas únicas que surgen directamente de la creatividad y de los materiales con los que experimenta, y que no necesariamente tienen que formar parte de una línea. Otra gran ventaja de los diseñadores emergentes es que sus piezas, por ser diseñadas por jóvenes y para jóvenes, toman en cuenta ese elemento emocional para llamar la atención, además las podemos encontrar en mercadillos, ferias, redes sociales, etc. Atrás quedaron esas imponentes joyerías donde ya desde la puerta nos sentíamos pequeños y fuera de lugar.
En el diseño de joyas por parte de diseñadores emergentes, no hay reglas. Nada es obligatorio, ni hay una sola línea a seguir. La libertad, la creatividad y el experimento, son las premisas a tomar en cuenta, por lo que podemos encontrar cientos de piezas diferentes, hechas con cientos de materiales diferentes. No hay una fórmula. La fórmula es la libertad y el juego.
Materiales no convencionales
Otra de las características especiales de la joyería enfocada en un consumidor joven, es que los materiales no suelen ser los tradicionales. La madera, el plástico, las piedras naturales (no necesariamente preciosas), los diamantes cultivados en laboratorios, conchas marinas, el acero, el vidrio, entre cientos más, son materiales que se utilizan para la nueva joyería.
La creatividad en el uso de materiales no convencionales es atractivo para el comprador joven. Darle una nueva vida a materiales que podrían considerarse desecho, también es llamativo para el mundo de la joyería. La madera, por ejemplo, se puede adaptar a cientos de materiales y convertirse en piezas preciosas, lo mismo pasa con muchos otros. El tratamiento que se le da a los materiales y la amplitud en los mismos, fuera de la elección tradicional de materiales para joyería, suele ser un punto a favor de los diseñadores emergentes y sus piezas.
La era digital y la joyería
Es indiscutible que la era digital ha cambiado el mundo y la manera en la que nos desenvolvemos en él. El mundo de la joyería no podía quedarse atrás, y es en esta herramienta que los diseñadores emergentes se desarrollan.
Las redes sociales y una buena estrategia de marketing digital, es fundamental para que un emprendimiento joyero, pueda tomar un espacio en el mundillo. Las redes sociales son el arma más poderosa de publicidad, por lo que es indispensable tener un buen plan que la marca pueda hacerse conocida.
Otro factor importante con el uso de las redes sociales, es que puedes llegar a cientos de miles de lugares fuera de nuestra localidad. Por lo que a lo mejor sin saberlo, nuestras piezas terminan en la otra punta del planeta.
Tener un buen catálogo, una buena oferta económica y un buen diseño estratégico para redes sociales, puede ayudarnos a escalar lugares en el mundo de la joyería emergente.
Cómo compra el público joven
En apartados anteriores hicimos mención a mercadillos y ferias, y esa es una gran realidad. El público joven en pocas ocasiones va a adentrarse en una gran joyería y a tomarse el tiempo de estudiarlas una a una. Por línea general, para que un Millennial compre alguna joya, debe haber algo como el amor a primera vista, y eso puede pasar en los lugares menos pensados.
En bares que tengan venta de artículos, en cafés, ferias, mercadillos, pequeñas tiendas, en redes sociales. Otro aspecto importante es la originalidad de las piezas que se permiten en este tipo de lugares, y volvemos a lo que mencionamos antes, la libertad y creatividad absoluta en la creación de la pieza. Una pieza exclusiva, que no se venda por series, siempre será atractiva para el comprador.
El joven no compra joyas con la idea de lo eterno, sino con la idea de disfrutar lo que tiene puesto, cuando quiera ponérselo. Y eso significa que podemos encontrarla en los lugares menos esperados.
Joyería para todos
En esta nueva forma de ver la joyería, se deja de lado la idea de beneficiar al público femenino por encima del masculino. A día de hoy, el diseño de joyas se piensa para todos y para todos los gustos. Podemos ver piezas masculinas que tienen una adaptación femenina o al contrario, así como también podemos encontrar piezas unisex. Lo importante es saber que existe y que es accesible para todos.
Esta es otra forma de llamar la atención de los compradores, tener un catálogo de joyas que se adapte a todos y que muestre interés en atender a todo aquel que así lo necesite, para ello es importante conocer las ofertas que ya hay en el mercado, ver qué podemos hacer diferente, cómo hacerlo diferente y qué nos puede diferenciar de lo que existe.
En este apartado también entra la joyería individualizada, esos pedidos que el comprador hace buscando la exclusividad de la pieza y que sea específicamente para quien la va a adquirir. Esto también ayuda muchísimo a la hora de convencer al cliente de elegir nuestra marca, pues le permite escoger algo único y especial.
La joyería enfocada en un nuevo concepto y en un público diferente, es una buena opción para hacer negocios, siempre y cuando, tengamos presente a quien queremos vestir y cómo, cuáles serán las pautas que seguiremos para hacer de nuestras piezas las mejores y cómo pretendemos llegar a ese público.