La alimentación que seguimos de forma habitual en nuestro país se caracteriza por ser la típica de la dieta mediterránea y es que, al estar bañados por las costas de este mar, es lógico que algo se nos pegara. Este tipo de forma de entender la gastronomía es muy rico puesto que cuenta con una gran cantidad de opciones saludables, de ahí, que cada vez más médicos y expertos, recomienden este tipo de alimentación, unido a la práctica diaria de algo de ejercicio y, como es lógico, a realizar unos hábitos de vida saludables, muy propios de los tiempos que corren, dado que cada vez más gente, se apunta a llevar una vida más sana. A la comida, de forma común, le sumamos agua o cerveza como acompañamiento líquido, sin embargo, el vino, es otra de las opciones más habituales y lo es, sobretodo en nuestro país, uno de los más ricos en lo que a la producción de esta bebida se refiere.
Cuando hablamos de vino, nos referimos a una bebida obtenida de la uva, a través de un proceso de fermentación alcohólica proveniente de su mosto o zumo. Esta fermentación se produce por la acción metabólica de las levaduras, las cuales son capaces de transformar los azúcares del fruto en etanol y el gas en forma de dióxido de carbono. De hecho, tanto el azúcar como los diferentes ácidos que posee la uva, bastan para que esta fermentación se lleve a cabo, sin ningún tipo de adictivo. Con un 0,5% del espacio cultivable del planeta dedicado a la uva, el cual, en gran medida se encuentra en Italia, Francia y, por supuesto, España, un 66% de la producción global de este producto se destina a su conversión en vino, mientras que el porcentaje restante, se come directamente como fruta.
En nuestro país existen muy buenos vinos repartidos por toda la geografía nacional, sin embargo, Galicia cuenta con cinco denominaciones de origen diferentes que les hace ser uno de los faros a seguir en lo que a la producción de bebida se refiere. La viticultura se introdujo en Galicia hace siglos, tantos, que existen documentos que datan de la época de los romanos. Sin embargo, la realidad es que no fue hasta finales del siglo XX o principios del XXI cuando se impulsó de una vez por todas para cambiar de forma radical la filosofía y apostar así por la elaboración de vinos de calidad. Esta nueva forma de plantear la situación derivó en que se fueron empezando a crear las Denominaciones de Origen.
Ourense es por excelencia la provincia gallega con más producción de este caldo y es que de las cinco denominaciones de origen existentes en territorio gallego, cuatro, son ourensanas. La de las Rías Baixas es la única que no pertenece a Ourense y se trata de una denominación a la que su historia se remonta en torno a 1980. Cuatro años más tarde se aprobaría el primer Reglamento de la Denominación de Origen y en 1988 se adaptó la reglamentación a los controles y la ordenanza comunitaria. Son albariños y se caracterizan por cultivarse en zonas de menos de 300 metros de altitud, muy cercanas al mar.
La del Ribeiro es una de las denominaciones gallegas más populares y curiosas. El vino Ribeiro se comenzó a elaborar en la época de los romanos, aunque la verdadera explotación de este vino fue con la reimplantación y estudio de las vides por parte de los monjes en esta zona del río Miño. SI hablamos de la Ribeira Sacra, debemos de mencionar las 94 bodegas y las casi 1.300 hectáreas de viñedo que convierten esta zona en una de las zonas de producción de vino más importantes. Fue creada en 1997 y con 5 subzonas de producción.
Valdeorras es una de las denominaciones que más ha trabajado por la elaboración de vinos gallegos. Es de origen romano y reconocida formalmente en 1945. La de Monterrei es la más joven. Cuenta con poco más de 500 hectáreas de viñedos y unas 25 bodegas. Además, es la más concentrada en cuanto a terrenos explotados.
Otros vinos españoles de calidad
Además de los gallegos, en nuestro país existen otros muchos vinos de una calidad excelente, como es el caso de los Rioja, una variedad con una gran aceptación, tanto en España como en el extranjero y de la que presumimos allá donde vayamos. Además, en esta zona existe una gran industria en torno al vino, desde rutas turísticas a empresas proveedoras de botellas, corchos y maquinaria, entre otras muchas. Pero no solo el Rioja es el otro vino de calidad en España. En Alicante existe una denominación de origen que lleva a Bocopa como bandera de identidad y es que esta bodega realiza unos caldos con los que podemos quedar muy bien, tanto en una comida con amigos como regalando uno de sus vinos a quien estimemos. Optar por esta bodega siempre será señal de éxito y calidad.