Barcelona está rodeada de grandes monumentos, bares, lugares dedicados a la cultura, mil historias que repasan desde la Edad Media hasta el romanticismo del siglo XX. Pero no todo lo bueno de Barcelona está en Barcelona.
Las personas mayores deben prestar una mayor atención a su calidad de vida, ya que los achaques de la edad unidos a un estilo de vida desfavorable pueden acelerar el desarrollo de enfermedades y unos últimos años muy desagradables. Por eso para aquellos que se sienten solos o cuya familia vive lejos y no puede prestarle atención, pueden recurrir a los centros geriátricos.
Actividades, juegos, talleres, excursiones, nuevas amistades y sobre todo, cuidados. En las clínicas geriátricas las personas mayores rellenan su tiempo con actividades que les resultan gratificantes. Y lo más importante: se sienten útiles y reciben atenciones de profesionales.
La atención profesional en mayores está muy demandada y el mejor centro para encontrarla es en este tipo de centros. Pongamos como ejemplo el caso de la residencia Benviure, una residencia geriátrica a tan solo unos minutos del centro de Barcelona, cuyo concepto es el mismo que el de un hotel. El trato de tipo hostelero unido a las instalaciones divididas en 8 unidades de convivencia separadas, cada una con servicios propios, hacen de esta residencia un modelo de entorno ideal para los mayores. Además de relajarse, los ancianos participan en una terapia proactiva clínico-terapéutica adecuada que contribuye al aumento de calidad de vida.
Hablemos de cifras: más de ocho mil metros cuadrados y las más modernas; casi diez años de experiencia y un equipo multidisciplinar de más de 90 profesionales altamente cualificados. ¿Suficiente? Además cabe destacar que entre los profesionales que conforman el equipo de la residencia se encuentran los más prestigiosos médicos, neuropsicólogos y geriatras de la ciudad condal.
En ocasiones lo bueno de la vida lo encuentras en la vejez. Y su entorno, a diez minutos del centro de Barcelona. Encuéntralo. Y vive.